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Arriba, Carlos Daniel Hidalgo, en su actual club, la Asociación Deportivo Pasto. En el círculo, el colombiano se lamenta por una ocasión fallada. LNE

Rojiblancos para siempre: La falta de acierto lastró a “Hidalgol”

“El ascenso con el Sporting nunca se me va a olvidar”, asegura el delantero colombiano, que marcó su único tanto al Málaga

Llegó a Gijón con el sobrenombre de “Hidalgol”, pero las cosas no salieron como esperaba. En la mitad de temporada que jugó en Gijón, Carlos Daniel Hidalgo (Pasto, Colombia, 1986) apenas anotó un tanto, precisamente contra el Málaga, próximo rival rojiblanco. Una trayectoria errática que no esconde los buenos momentos que pasó en el Sporting, con el que llegó a ascender a Primera. “Nunca se me va a olvidar, es una de mis mayores alegrías”, asegura ahora el ariete.

A sus 35 años, Hidalgo ha vuelto al equipo de su ciudad natal, donde lleva tres temporadas. Allí espera retirarse, “pero dentro de un par de temporadas, aún me quedan cosas que aportar”, remarca. “Estoy preparando el curso de entrenador para seguir vinculado al fútbol porque es el tipo de vida que yo siempre soñé: ser profesional y ahora poder seguir ligado a ello”, asegura.

“Estoy muy a gusto aquí”, arranca el ariete colombiano, que llegó a Gijón en la segunda parte de la campaña 2007-08, la del ascenso con Manolo Preciado en el banquillo. “Era mi primera experiencia fuera de mi país y alcanzar ese objetivo, que era un sueño para nosotros y para la afición, fue muy importante para todos”, explica Hidalgo. Recuerda especialmente la rúa en autobús por toda la ciudad. Y la celebración en El Molinón. “Cuando nos anunciaron en el estadio, que tuve la oportunidad de salir con la bandera de mi país, se quedó marcado para siempre en la memoria”, rememora.

La falta de acierto lastró a “Hidalgol”

Sin embargo, su llegada a Gijón no resultó fácil. Fue su salto al fútbol europeo y “fue difícil para mí, se habían generado muchas expectativas en mi entorno y me costó bastante”, analiza, “me faltó tiempo de adaptación”.

Por ello, no oculta que “me quedé con ganas de haber triunfado en España, es una de las frustraciones que me queda. El sueño de todo jugador sudamericano es triunfar en Europa, pero aun así lo disfruté mucho”. Ese salto había llegado en “mi mejor momento”, tras anotar muchos goles en el fútbol colombiano y picar a la puerta de la selección: “Por eso tomé la decisión de irme a Europa, pero a veces las cosas no salen como uno las tiene planeadas, de todo se aprende”.

Le queda el recuerdo de su único gol como rojiblanco, en Málaga. Pero también aquellos que erró. “Hubo otros encuentros en los que pude marcar y no estuve fino”, reconoce: “un delantero tiene que marcar goles para consolidarse y marcar la diferencia, pero desafortunadamente no pude”.

Aun así, “disfruté de cada segundo de juego, porque el ambiente en el estadio era espectacular y los campos eran espectaculares comparado con los que había visto en mi país”. También se queda con “el apoyo de la afición, que sabía de la calidad que yo tenía y esperaba muchas cosas”. Por ello, no oculta que “guardo mucho cariño al Sporting”, al que sigue con asiduidad para conocer sus resultados. Un ejemplo de que, quien pasa por el Sporting, acaba siendo rojiblanco para siempre.

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