Íñigo Vélez se sentará el sábado en el banquillo opuesto a David Gallego para dirigir a su equipo, el Amorebieta, en la visita del Sporting a Lezama. El técnico alavés lleva cuatro años en el banquillo del conjunto vasco, logrando por primera vez un ascenso al fútbol profesional. Pero, al igual que el de Suria, Íñigo Vélez de Mendizabal Fernández de Garaialde (Álava, 1982) fue antes futbolista. Y le tenía perfectamente tomada la medida al Sporting. Contra los gijoneses, Íñigo Vélez anotó cuatro goles en cinco partidos, incluyendo su primer tanto en Segunda División, con el Eibar. Fue a Roberto, que recuerda a la perfección aquel tanto y a aquel jugador. “Ya entonces se veía que tenía madera de entrenador”, subraya el guardameta lucense.
Fue en la temporada 2004-05. Los rojiblancos visitaban Ipurúa y terminaron cayendo por un escueto 1-0, logrado por Íñigo Vélez en el minuto 87 de encuentro, tras llevar apenas siete sobre el terreno de juego. “Recuerdo que se metió hacia adentro y disparó desde fuera”, explica el por entonces guardameta del Sporting, Roberto. “Nos dolió mucho, porque perder con un gol en los minutos finales nunca sienta bien”, incide.
El que fuera portero sportinguista recuerda las mejores cualidades del atacante vasco en su época como jugador. “Era muy peligroso, tenía mucha llegada y buen disparo con ambas piernas: no tanto potente, pero sí con mucha colocación”, rememora. No fue su único gol al Sporting: con el Aurrera llegó a anotar tres goles más al filial rojiblanco en el curso 2001-02. Dos, en un mismo encuentro.
Sin embargo, lo que ya entonces llamó la atención del portero es que Íñigo Vélez “era un jugador que dominaba muy bien la cuestión táctica”. Roberto asegura que “se veía que iba a ser un futuro entrenador, porque no solo jugaba, sino que leía muy bien los partidos y sabía ayudar a sus compañeros, se ve que interpretaba muy bien el juego”.
Unas cualidades que ahora está sabiendo explotar a la perfección como entrenador. “Creó un equipo muy competitivo que pondrá las cosas muy difícil a los aspirantes”, explica ahora Roberto, que alaba el “buen papel” que está haciendo el conjunto vasco, a pesar de encontrarse en descenso. “Es normal, es un recién ascendido”, sentencia el exguardameta.
Roberto tiene claro que “es un equipo que va a luchar y competir hasta el final y contra todos”, aseverando que “es un conjunto peleón, aguerrido”, aunque es evidente que “va a sufrir hasta las últimas jornadas para lograr el objetivo de la permanencia”.
En su etapa como entrenador, Íñigo Vélez cayó el pasado año, en Copa del Rey contra el Sporting. En sus enfrentamientos con el Amorebieta contra el filial, suma una victoria y una derrota.
