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Nacho Martín | Centrocampista del Sporting

“Me considero un jugador de equipo, que siempre apoya a los compañeros”

“Cuando me llamaron para entrenar con la primera plantilla tardé dos semanas en adaptarme al ritmo”

Nacho Martín. Irma Collín

En una época de abundancia de mediocentros en el Sporting procedentes de Mareo, Nacho Martín ya pide turno en la línea de sucesión. Ignacio Martín Gómez (Oviedo, 19 de marzo de 2002) dio sus primeras patadas al balón en el Condal de Noreña, donde vive, pero desde los 8 años viste la camiseta del Sporting. Incluso la del primer equipo, aunque de momento solo para ver a sus compañeros desde el banquillo en los tres últimos partidos. Sabe que su sitio, recién finalizada la etapa de juvenil, está en el filial de Tercera RFEF. Pero no descarta jugar dentro de poco al lado de uno de sus referentes, Gragera, aunque su fútbol se parezca más al de sus ídolos, Iniesta y Xavi.

–¿Cómo fueron sus comienzos en el fútbol?

–Empecé en el prebenjamín del Condal, con mis amigos, y en el primer año de benjamín fiché por el Sporting.

–¿Era su equipo?

–Sí, aunque mi familia tira más para el Oviedo. Pero a mí siempre me gustó más el Sporting.

–¿Qué entrenadores tuvo en Mareo?

–El primero Iván Díaz, que fue el que me fichó. Luego tuve a Luismi, Balbuena, Salva y Caco Morán, con el que estuve cuatro años. Y ahora, Sergio Sánchez.

–¿Quién fue el que más le marcó?

–Todos, pero con los que más estuve fueron Caco y Sergio.

–¿Siempre de mediocentro?

–Sí, ya desde alevines. Suelo jugar de mediocentro defensivo, pero me considero más organizador que recuperador. Guardo la posición, pero también me gusta llegar arriba.

–¿Sus modelos en esa posición?

–Siempre me gustaron Xavi e Iniesta, aunque se movían más como interiores. Pero también me fijo mucho en gente como Busquets y Parejo.

–¿Y en el Sporting?

–Sergio Álvarez hizo grandes temporadas.

–¿Cuáles son sus virtudes y en qué cree que tiene que mejorar?

–Me considero un jugador de equipo, que siempre está dando apoyo a mis compañeros y pidiendo el balón. Me gustaría mejorar, sobre todo, físicamente. Ahora, en Tercera, jugamos contra gente muy veterana, y me vendría bien un poco más de músculo, para tener más confianza a la hora de chocar. Ahora mismo, en esas acciones tengo todas las de perder.

–¿Prefiere el toque o el juego en largo?

–Lo que me gusta es la combinación, tocar y tocar.

–¿Cómo recibió la primera llamada de Gallego?

–Fue en pretemporada, cuando hubo varios positivos por covid. Empecé con el filial, pero a los tres o cuatro días me dijeron que tenía que ir con el primer equipo.

–¿Notó mucho la diferencia respecto a lo que estaba acostumbrado?

–Sí, porque pasé del División de Honor, donde eran todos de mi edad, a entrenar con gente de más edad y que, además, son muy buenos, profesionales. Los primeros días noté mucho el ritmo de balón. Además venía del verano, un poco bajo físicamente, y me costó. Pero a las dos semanas ya lo llevaba bien.

–¿Algún jugador que le haya sorprendido?

–Ya lo había visto, pero especialmente José Gragera. Me parece muy bueno en todo. Es difícil quitarle el balón, elegante, y físicamente todos los balones que gana.

–¿Cómo se ve el fútbol de Segunda desde el banquillo?

–Se nota un nivel totalmente diferente al que estoy acostumbrado en Tercera. Son jugadores mucho mejores, y el ritmo. Va todo mucho más rápido.

–Solo una victoria en esos tres partidos.

–Sí, pero yo vi muy bien al equipo. En los otros dos tuvimos opciones de ganar. En Cartagena hicimos muy buena primera parte y contra el Valladolid tuvimos muchas oportunidades.

–¿Se repetirá la historia de la pasada temporada?

–Yo creo que no. Hay una plantilla muy buena y viendo como entrenan, yo creo que se puede conseguir el objetivo. Ojalá sea el año del ascenso.

–¿Le costaría volver al filial?

–Para nada. Soy consciente de que mi sitio está en la plantilla del B y considero estas convocatorias como un premio. Tengo que jugar bien con el filial y después vendrá lo que tenga que venir.

–¿Su objetivo a medio plazo?

–Mi sueño es jugar con el primer equipo del Sporting, pero lo veo a largo plazo. De momento, muy contento en el filial.

–¿Se imagina jugando en un Molinón lleno?

–Sería una pasada. Ya lo es vivirlo en el banquillo, viendo como anima la afición. Soy bastante tranquilo a la hora de jugar, pero no sé cómo llevaría hacerlo delante de tanta gente.

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