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David Gallego, en sus horas más bajas

El técnico pierde crédito tras caer desde el liderato a tierra de nadie y situarse a cinco puntos del play-off y del descenso

David Gallego, ayer, en El Toralín durante el partido ante la Ponferradina. | Área 11

El Sporting ha entrado en caída libre. Los rojiblancos están inmersos en una profunda depresión de juegos y de resultados. La crisis es tan evidente que el botín cosechado de un punto de los últimos 21 es ya la segunda peor marca de la historia de la entidad en Segunda División. Hay nada más que una racha peor, siempre en esta categoría. Fue en la campaña 1960-1961 cuando el equipo fue únicamente capaz de sumar un punto en ocho encuentros.

La figura de David Gallego contaba con el total respaldo de los rectores y la dirección deportiva hasta la goleada encajada ayer en El Bierzo. La derrota, muy dura, no fue ya un accidente aislado sino la confirmación de que el proyecto de Gallego vive sus horas más bajas desde su aterrizaje en la entidad. Los apoyos al técnico venían siendo totales; se valora su apuesta por la cantera; el respaldo de la plantilla; y la acumulación de situaciones adversas en las últimas semanas entre lesiones y falta de acierto en partidos que se decidieron en las áreas.

“Tenemos toda la confianza en el entrenador. Está haciendo un gran trabajo. Valoramos los resultados, pero hay que valorar esa pizca de suerte que te pueden acompañar para conseguir otros resultados que no se consiguieron como contra el Valladolid o el Almería. Es cierto que los dos últimos no tuvimos tan buenas sensaciones, pero confiamos en que tenemos una plantilla fuerte y un cuerpo técnico fuerte. Todos confiamos en que esta situación se resolverá”, defendió el pasado jueves Joaquín Alonso, responsable de relaciones institucionales.

La situación es cada vez más difícil y comprometida. En apenas un mes, el equipo ha pasado de liderar la Liga a estar hoy por hoy en tierra de nadie: duodécimo clasificado y a la misma distancia del play-off que del descenso (5 puntos).

El técnico afronta sus horas más bajas en la entidad. El Sporting recibe este sábado al Fuenlabrada en El Molinón, e inmediatamente después (martes, 30 de noviembre) se enfrenta al Ceares en la primera ronda de Copa del Rey. Después (domingo, 5 de diciembre) tiene un duro desplazamiento a Las Palmas. La situación ahora es complicada. Aunque la ejecutiva del club rojiblanco ha trasmitido confianza en las últimas semanas. El técnico, hasta el momento, siempre se ha mostrado fuerte. Seguro de que volvería a dar con la tecla y que recuperaría a ese equipo competitivo de las primeras semanas que llegó a codearse entre los mejores.

La reacción comienza a ser urgente. Porque después de un primer año muy positivo y donde el equipo se quedó a un paso del play-off, nadie quiere descolgarse de esa misma lucha antes de que termine siquiera la primera vuelta. Los próximos partidos serán seguro muy importantes, claves, para que el técnico catalán salga de este apuro o por el contrario termine siendo destituido, víctima de los malos resultados y de la pérdida de identidad del proyecto. Los antecesores del técnico catalán perdieron el cargo tras dinámica muy similares a ésta.

La revolución planteada por David Gallego ayer en Ponferrada no mejoró el rendimiento de los últimos partidos, y la imagen y el resultado ahondaron en una herida cada vez más visible y profunda. El equipo ya no es para nada fiable, tampoco identificable, y se desangra en defensa, por más que el preparador de Suria haya optado en El Bierzo por acumular hasta cinco defensas y tres centrales. El Sporting ha encajado 21 goles en 17 partidos, números muy distintos a los logrados en la pasada campaña.

La situación en ataque tampoco es más lúcida. Djuka sigue afectado por el coronavirus y ve desde la distancia a sus compañeros y no se conocen los plazos para su vuelta y el rendimiento ofensivo del equipo sigue siendo inferior a lo esperado cuando se abordó la configuración del proyecto en verano y se consiguió mantener a Djurdjevic además de firmar a dos jugadores importantes para la categoría como son Puma Rodríguez o Fran Villalba.

Crisis

El equipo rojiblanco suma un punto de los últimos veintiuno, la segunda peor racha en la historia de la entidad en Segunda División, solo superada por la cosechada en la campaña 1960-1961.

No da con la tecla

El técnico introdujo en Ponferrada por primera vez un sistema con cinco defensas y tres centrales. El equipo no solo no mejoró su rendimiento, sino que realizó uno de sus peores partidos de la temporada.

Problemas atrás

El Sporting ha pasado de ser un equipo fiable el curso pasado a ser vulnerable en defensa y a encajar 21 tantos en 17 partidos, uno de los equipos con peores datos en defensa.

Falta de gol

Tampoco termina de funcionar el ataque. Djuka sigue aislado tras ser positivo en coronavirus y falta que otros jugadores de la plantilla sumen goles desde la segunda unidad.

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