Gio Zarfino se ha ganado un espacio muy importante para Abelardo. El uruguayo arrancó la competición siendo suplente en el estreno liguero en Anduva. El Pitu vio cómo se complicaba el encuentro y alistó rápidamente al de Montevideo, que resultó clave en la mejoría de los rojiblancos en el segundo tiempo ante el Mirandés. Desde entonces, siempre ha jugado como titular y ha disputado prácticamente la totalidad de minutos (284), en ocasiones participando en el doble pivote junto a José Gragera. O, como en Ponferrada, siendo el socio de Djuka como un segundo punta muy llegador. El equipo no pierde.
El nombre de Zarfino fue puesto sobre la mesa de Mareo a comienzos de verano, antes de la llegada del Grupo Orlegi. A pesar del descenso del Alcorcón, Zarfino era un jugador con mucho mercado en Segunda División.
A la dirección deportiva saliente y al mismo Pitu les parecía un jugador interesante, aunque por entonces la prioridad era firmar a un centrocampista de otro perfil, un veterano para acompañar a los más jóvenes con un fútbol más posicional. Javi Rico y Fran Rico sondearon a Tomás Pina y negociaron de forma muy activa por Oier Sanjurjo, además de manejar otras alternativas. Luego llegó el cambio de propiedad, con la entrada de Gerardo García como responsable del área deportiva, con otras ideas.
El director deportivo gijonés ha sido el principal valedor del fichaje del uruguayo. Las negociaciones se cerraron rápido por la buena predisposición de ambas partes. A Zarfino, un jugador muy pasional, siempre le ha llamado mucho el Sporting por el ambiente que vivió en los encuentros que jugó como visitante en El Molinón. Entendía Gerardo García que el "todocampista" uruguayo, que tenía varias ofertas encima de la mesa del mercado nacional y extranjero, con un sondeo del Racing de Santander, rival de hoy, encajaba a la perfección en el estilo de juego de el Pitu por su experiencia, compromiso, liderazgo, fortaleza en el juego aéreo y capacidad para actuar tanto en el doble pivote como detrás de una referencia. Ahí lució en El Toralín.
Su gol, el 1-3, con dedicatoria especial, llegó ya en el tiempo de prolongación. Ese fue el colofón a una actuación muy potente, siendo el futbolista más activo del ataque. Sus números ofensivos fueron incluso superiores a los de Djuka, la referencia. Zarfino terminó el encuentro en El Bierzo con 3 remates, siendo el futbolista con más finalizaciones. Un dato que confirma su olfato para el gol (ha marcado 44 en su carrera, lleva 18 en Segunda). De hecho, es el segundo futbolista de la plantilla que más chuta: lleva 7 tiros, más que Cristo, la alternativa, y que, casualidades del mercado, desestimó una propuesta del Racing para ir al Sporting. Abelardo ha encontrado en él una mina de oro. Una solución para reforzar el centro del campo ( 4-2-3-1), un ganador de duelos aéreos (está en el top 10 de la liga con 22 duelos aéreos en 4 partidos) y, además, un enorme llegador.
