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El ambiente del sportinguismo en Vitoria: 1.500 y el colmillo de la Mareona

"Hachi" y "Matías", dos perros con bufanda rojiblanca, protagonizan un desplazamiento con fuertes medidas de seguridad

"Hachi" y "Matías", en primer término, ante Mendizorroza. Á. C.

"Mira, Djuka y Cristo". La Mareona contó en Mendizorroza con dos refuerzos de colmillo y olfato. No saltaron al verde, pero defendieron los colores rojiblancos -estuvieron en todo momento envueltos en sus bufandas del Sporting- como el que más. "Hachi" y "Matías", dos perros de la raza Beagle y Teckel, respectivamente, pusieron la nota simpática entre los mil quinientos sportinguistas desplazados a Vitoria para animar a los de Abelardo. "Con que salgan como ante el Eibar nos conformamos", decían unos. "Firmo el empate", decían otros. "Hay que ir a ganar, siempre", apuntaba el resto. El verde de Mendizorroza dictó sentencia en una tarde de gran ambiente de fútbol y fuertes medidas de seguridad en torno a la afición rojiblanca, especialmente entre los integrantes de la grada de animación. Fueron escoltados por la Ertzainza desde el peaje de la carretera que da acceso a Vitoria.

Por la izquierda, de pie, Lucía Valles, José Ángel Carrión, Carmen Carrión y Pablo Valles. Abajo, Laura Carrión entre «Hachi» y «Matías», ante Mendizorroza. | Á. C.

"Venimos todos de Gijón, pero ellos van a tener que quedarse fuera", explica Carmen Carrión. Sujeta la correa de "Matías", quien husmea los aledaños de Mendizorroza, con gesto tranquilo. "El encargado de cuidarlos mientras nosotras vamos al fútbol es él", apunta Lucía Valles, la dueña de "Hachi". José Ángel Carrión recoge el testigo y se hace cargo de los perros explicando la novedad: "Ya viajamos esta temporada a Ponferrada y a Miranda de Ebro, pero es la primera vez que vienen con nosotros. A ver si son talismán, que va a hacer falta", comenta. "Empatar era la cuenta", dice, unos metros más allá, Toño, la voz de la familia Villar. A su lado, Alba, Carla y Mónica, discrepan. "Vamos a ganar al Alavés, está muy claro", dicen minutos antes de que eche a rodar el balón.

El colmillo de la Mareona

El reciente triunfo ante el Eibar invita al optimismo, pero por delante quedan noventa minutos que "no van a ser nada sencillos". Lo aventuran Alejandro Peláez, Diego Turrado, Édgar Fernández y Adrián Rodríguez, llegados desde La Rioja, Oviedo y Avilés. Visto lo visto después, no les faltaba razón. Más allá de lo deportivo, este joven grupo de seguidores rojiblancos tiene clara una cosa: "La llegada de Orlegi al menos nos ha devuelto expectativas positivas con El Molinón y Mareo", afirman.

El colmillo de la Mareona

En un banco del campo vitoriano están Raquel Hevia y Antonio Francos, madre e hijo. Gijoneses y aficionados con décadas de seguimiento a los rojiblanco a sus espaldas, asumen que "esto va a ser duro". El favoritismo del Alavés, por aquello de ser el local, choca de todas formas con la euforia de seguidores como la peña Los Escalones o Nacho Cases, con medio centenar de representantes, respectivamente. "0-2, fácil", dicen los más alegres. "Cuidado que este Sporting ya sabes que nunca sabes por dónde te va a salir", comenta Juan Luis García, de la peña Ébano, de Versalles. "Juan, que ganamos seguro", le insisten Irene y Paula Miranda, su mujer e hija. Y al final, Mendizorroza habló.

El colmillo de la Mareona

El colmillo de la Mareona

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