La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo Insua siempre se levanta: 15 días en la UCI, dos roturas de cruzado y un inicio de matrícula en el Sporting

El gallego, indiscutible para Abelardo, será baja en el Ciutat de Valencia

Pablo Insua. | María Fuertes

No hay otro jugador de campo tan trascendental para Abelardo Fernández como la figura de su central, Pablo Insua (1.031 minutos, solo por detrás del portero, Diego Mariño). La amarilla mostrada por Avalos Barrera en el estadio de Mendizorroza priva al técnico de uno de los grandes líderes del proyecto para un duelo que se prevé de nuevo de lo más exigente como es el encuentro que disputan los rojiblancos el próximo lunes en el Ciutat de Valencia ante el Levante, que llega pletórico tras despertar de la mano de Javier Calleja. Hasta hoy, Insua ha disputado todos los encuentros (los 12) desde el arranque de la Liga, siendo indiscutible en el buen hacer defensivo, sobre todo en los últimos partidos, convertido igualmente en una figura crucial en la estrategia ofensiva. Ha marcado un gol y repartido otro.

El Pitu busca un socio para Cali Izquierdoz. Axel Bamba tiene muchas opciones de ser titular, tras sufrir en su debut como central en Los Cármenes. Gragera es otra de las opciones que manejan los técnicos, si finalmente llega a tiempo Pedro Díaz, recuperando su posición en el centro del campo. Soluciones para intentar cubrir un vacío muy importante de un futbolista que vuelve a disfrutar del fútbol después de rebelarse ante las circunstancias. Atrás quedan meses y años de mucho sufrimiento.

"Es el inicio más estable de las últimas temporadas; siempre empezaba con lesiones de larga duración y no podía hacer la pretemporada", confiesa el poderoso central tras su notable inicio. La carrera de este zaguero nacido en la localidad coruñesa de Arzúa ha estado marcada por las dificultades, después de despuntar como uno de los zagueros más prometedores del panorama nacional en el Dépor, quien lo traspasó al Schalke 04 en verano de 2017 por más de 3 millones de euros. Pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos en agosto de aquel 2017. Acababa de llegar Gelsenkirchen cuando una noche sintió que algo fallaba. Un día después, el médico del club de Gelsenkirchen observó que no era un tema menor: tenía líquido en los pulmones y una inflamación de la pleura. Pericarditis, era el diagnostico. Insua fue hospitalizado. Le hicieron una punción, pero las cosas fueron a peor. Todo se complicó. Tenía también liquido alrededor del corazón. En aquel momento el fútbol era un tema menor. Estuvo dos semanas ingresado en la UCI del Marien Hospital de Gelsenkirchen. Luego otras dos semanas más hospitalizado.

El central gallego no bajó los brazos. Se repuso. La recuperación le llevaría prácticamente un año, perdiendo hasta ocho kilos de peso y teniendo un papel muy relevante Patrick Ingelfinger, médico del Shalke. Se levantó y debutó ante el Wolfsburgo. Ese no sería el último revés en su carrera, pero sí el más importante. En Huesca sufrió dos lesiones muy graves, rompiéndose ambos cruzados en dos momentos distintos: primero en febrero de 2019 al dañarse la rodilla izquierda en un partido contra el Girona en Montilivi, y, después, en mayo de 2021, en un entrenamiento se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Estuvo siete meses de baja.

Esperó su momento y terminó siendo indiscutible en la zaga de la Sociedad Deportiva Huesca, disputando 21 de los últimos 22 encuentros de Liga. Ahora el central ha olvidado los fantasmas del pasado y se confirma como uno de los centrales más destacados de este inicio de competición.

Compartir el artículo

stats