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Estas son las claves de la vuelta de tuerca que MAR ha dado al Sporting

Estas son las claves de la vuelta de tuerca que MAR ha dado al Sporting

La rectificación que supone una profunda reestructuración: la permanencia antes que el "proceso"

"La competición es el mejor maestro y voy aprendiendo". Llamativa por su sinceridad, la frase de MAR en El Plantío refleja a las claras los porqués del cambio de comportamiento del Sporting en Burgos. En el fondo (con 4 modificaciones respecto al equipo que salió escaldado de El Molinón ante el Mirandés) y en las formas. La situación del proyecto y el hecho de disponer de una plantilla confeccionada para otro estilo han llevado a Ramírez a hacer un ejercicio de rectificación en un momento donde sumar es más importante que el proceso. El futuro deportivo de Orlegi es el presente.

Apoyado en Endika Gaviña y en Luis Piedrahita, y en permanente comunicación con Gerardo García, Ramírez dio una vuelta de tuerca al modelo con el que llegó a Mareo. No fue un partido preciosista, ni completo, con un Burgos por momentos superior. Pero el equipo, sostienen en el club, compitió, cortando de raíz las sensaciones que mostró ante el Mirandés. La preocupación es mayúscula, con el descenso a cuatro puntos. Pero a nivel interno se aprecia un punto de partida antes de afrontar diez encuentros que son ya diez finales.

El binomio Cali-Insua. MAR recuperó en El Plantío a Cali después de tres partidos dejando al argentino en el banquillo. El canario mantuvo la defensa de cuatro, pero sí adelantó a José Marsà a la medular, recuperando la que ha sido la pareja de centrales más eficiente de toda la temporada: Cali y Pablo Insua.

Otra vez, portería a cero. El Sporting recuperó la solvencia defensiva en Burgos. No fue un encuentro redondo, porque pudo encajar goles en dos situaciones claras (el larguero de Curro y la acción de Insua). Pero el comportamiento defensivo fue distinto al mostrado ante Albacete y Mirandés. Incluso en Andorra. Insua estuvo sobresaliente. Pero Cali, Rosas, Diego e, incluso, Cuéllar rayaron a un gran nivel.

Un bloque, no once jugadores. El Sporting volvió a ser un bloque. Todos los jugadores corrieron y remaron en la misma dirección. Varane terminó sobrecargado y varios jugadores acabaron el partido muy cansados, con calambres.

Mano dura: Rivera y Cote, fuera. Ramírez sentó en El Plantío a dos jugadores importantes dentro del proyecto: Cote y Christian Rivera, quienes tuvieron errores individuales ante el Mirandés. Varane y Diego, dos jugadores que comenzaron la temporada en el filial, pero que se han ganado un puesto, jugaron de mano un duelo clave. Los dos hicieron un buen partido.

Pragmatismo y orden. Ante el Mirandés, el Sporting encajó goles por fallos groseros. Despistes, faltas de tensión y problemas en la salida de balón. En El Plantío las consignas fueron claras: primero el orden. Después, todo lo demás. El equipo siguió mostrando falta de colmillo. Apenas generó. Pero busco hacer daño –sin mucho éxito– en las transiciones con la velocidad de Otero, Aitor y Cristo.

La entrada de Marsà y Varane. Ramírez configuró un centro del campo inédito con dos jugadores que se estrenaban en esa posición desde el arranque: Marsà y Varane. Pedro jugó de enganche. Tres jugadores físicos. La apuesta fue esperanzadora.

Cintura para cambiar. "No vengo a imponer mi modelo, sino a conseguir resultados". MAR dio sentido a una frase que viene diciendo en sala de prensa. Uno de sus principales debes en Gijón era precisamente el no renunciar a sus ideas ante una plantilla con otro estilo. Lo hizo en Burgos.

La posesión. El Sporting redujo ostensiblemente su ratio de posesión (49%). Tuvo algo menos que el Burgos, y eso que los de Calero promedian un 43%. Sintomático.

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