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Alejandro Irarragorri, ayer, con la bandera del Real Club de Golf de Castiello, durante su visita al campo gijonés. | @Irarragorri

Irarragorri, del "green" a El Molinón

El presidente rojiblanco pone a prueba su hándicap diez en el Club de Golf de Castiello antes de volver al municipal gijonés para el importante partido ante el Granada

Alejandro Irarragorri ha aprovechado su estancia en Gijón para practicar uno de sus deportes favoritos, el golf. El presidente del Sporting visitó ayer el Real Club de Golf de Castiello, donde puso a prueba su hándicap diez acompañado por el presidente del campo gijonés, Senén Merino. Esta tarde, el mexicano volverá a El Molinón para seguir el partido del conjunto rojiblanco ante el Granada. Un rival de malos recuerdos para el conjunto gijonés.

Hasta ese aciago 13 de octubre, la fecha del último cruce entre el Sporting y el Granada, el primer proyecto deportivo del Grupo Orlegi en Gijón rebosaba ilusión. En Los Cármenes todo saltó por los aires. El Sporting se presentó en el estadio nazarí en la décima jornada de Liga con unas cifras más que esperanzadoras: sumaba 15 puntos en 9 partidos y llevaba ya 4 victorias, siendo uno de los equipos revelación. Era el cuarto clasificado del campeonato, solo por detrás de Alavés, Las Palmas y Cartagena. Fue el mejor puesto clasificatorio de todo el curso. En las ruedas de prensa se preguntaba al entrenador (Abelardo) por las opciones que tenía el equipo de entrar en el play- off. También el Sporting era el club más goleador (14 goles, empatado con el Cartagena). Pero algo se rompió para siempre en aquella durísima derrota. Fue, por todo, una de las que peor digestión tuvo a nivel interno. Junto a la de Santander, que propició el cambio de titular en el banquillo. O ya la más reciente, ante el Mirandés en El Molinón, con MAR al frente del proyecto.

El equipo de Abelardo Fernández se había comportado hasta ese tramo del campeonato como uno de los conjuntos más fiables y con mayor capacidad atacante de la competición. Pero salió del campo andaluz con un durísimo 5-0, perdiendo esa fiabilidad que mostraba en las áreas. Axel Bamba, uno de los fichajes del verano, debutaba como titular en Segunda División. A los seis minutos, Puertas ya anunciaba al Sporting que se venían problemas. Uzuni, hoy pichichi destacado de la categoría, marcó después dos goles. Abelardo trasladó en sala de prensa un mensaje cauto, de unidad, para reforzar a los jugadores, señalados tras aquel encuentro. Aunque el equipo realizó después buenos partidos, donde pudo merecer más, ese fue el inicio de una caída sin frenos, según demuestran los números. El Sporting, de hecho, solo ganó 2 encuentros más en 13 jornadas de Liga con el Pitu Abelardo a los mandos hasta ser destituido en la jornada 23 tras caer en Santander ante el Racing: inmediatamente después de la goleada encajada en Granada con la victoria ante el Eibar ( 2-0), y la conseguida en el Anxo Carro, de Lugo, en un partido (0-1) donde la sombra de la destitución ya comenzaba a acechar al preparador.

En varios partidos los resultados fueron muy ajustados. Y los merecimientos del proyecto del Pitu, mayores. Pero ya no se recuperaría ese ritmo de puntos, ni por asomo, iniciándose la primera crisis deportiva del Grupo Orlegi en el club rojblanco. De hecho, el Sporting sumó 13 puntos en esas 13 jornadas frente a las 15 que había hecho en las anteriores 9, situándose a solo 3 puntos del descenso.

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