El sufrimiento ya da para ganar: Diego Sánchez da un triunfo que vale seis puntos al Sporting (1-0)

Los rojiblancos amplían a dos partidos la distancia con el descenso tras una gran primera parte y una segunda parte de supervivencia | Uzuni mandó una al palo y Cristo tuvo la sentencia

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Ha vuelto el Sporting intenso, vertical, con hambre. El que asomó en Las Palmas tumbó al Granada en El Molinón. Lo hizo gracias a una gran primera parte culminada con un testarazo de Diego Sánchez a centro de Pedro Díaz. Mareo al rescate. Después, en una segunda parte de pura supervivencia, supo aguantar a la reacción rival. Un balón al palo de Uzuni puso a temblar a El Molinón, entregado como en las mejores ocasiones. Tuvo la sentencia Cristo, pero tocaba esperar. El sufrimiento, con el añadido de sobreponerse a ocho bajas, ya da para ganar. Triunfo que vale doble. La victoria eleva a seis los puntos respecto al descenso. La imagen del equipo, como la clasificación, otra historia.

1
Sporting
0
Granada
1-0, min. 22: Diego Sánchez
Sporting
Cuéllar (1);
Guille (1), Pola (2), Bruno (2), Diego S. (3), José Ángel (2);
Pedro (2), Varane (2), Jordan (1);
Otero (2), Jeraldino (2)
Cambios

Pol Valentín (2) por Guille Rosas, min. 46; Campuzano (1) por Jeraldino, min. 65; Aitor García (1) por Jordan, min. 65; Christian Rivera (1) por Varane, min. 78 y Cristo (0) por Otero, min. 84.

Granada
Raúl Fernández (1);
Ricard (2), Víctor Díaz (1), Ignasi Miquel (1), Neva (2);
Pol Lozano (1);
Uzuni (1), Melendo (1), Bodiger (2), Callejón (2);
Weissman (1)
Cambios

Bryan (2) por Pol Lozano, Perea (1) por Callejón, min. 63; Puertas (1) por Weissman, min. 63; Diedhiou (s.c.) por Ricard, min. 80 y Jonathan Silva por Neva, min. 84.

Árbitro: López Toca (C. Cántabro): Amonestó a los rojiblancos Varane, Diego Sánchez, José Ángel y Campuzano y al visitante Víctor Díaz.
El Molinón: 18.547 espectadores, según datos oficiales.

Salió el Sporting descarado, intenso, anticipándose a un Granada sorprendido ante el empuje local. Los visitantes buscaban tres puntos para igualar en cabeza al Eibar. Los rojiblancos, con cinco cambios en el once, de regreso a la defensa formada con tres centrales. En el ambiente, el alivio de saber que la Ponferradina no había pasado del empate en Lugo. Oportunidad para aumentar el colchón con el descenso. Primer pasillo hacia el gol encontrado por Varane para hacer pisar el área a Juan Otero. El colombiano fue víctima de la acelerada puesta en escena. Remató desviado cuando apenas iban unos minutos. El principio, con Bruno a milímetros de fusilar de cabeza un centro de José Ángel, prometedor.

Fue tan bueno el arranque, que El Molinón se enganchó rápido. Se vio en la tempranera y rigurosa amarilla vista por Varane. Bronca y grada en pie para intimidar a López Toca. Los ecos del polémico penalti en Las Palmas, una semana después, en Gijón. No serían los únicos. Hasta Jeraldino, combativo en el juego aéreo y de espaldas en su primera titularidad, empezó a gustar. Todo parecía acompañar. El gol llegó como consecuencia. Pedro botó un saque de esquina desde banda derecha para encontrar la cabeza de Diego Sánchez. El canterano remató como si fuera tarea habitual. Ajustó al palo para poner por delante a un Sporting que lo estaba mereciendo. Iban tan sólo veinte minutos.

Poco a poco fue despertando el Granada sin dejar de sufrir en los balones al espacio para la velocidad de Otero. El colombiano volvió a quedarse solo en una buena combinación con Jeraldino neutralizada por fuera de juego previo del chileno. Con los visitantes creciendo con balón, aún así las más claras siguieron llegando del bando rojiblanco. Primero, en otro centro lateral de José Ángel que Otero tocó la justo evitando un remate franco de Varane. Después, en un mal despeje de Víctor Díaz. La pilló Otero para meter la directa y centrar a su pareja de baile en la delantera. Jeraldino resolvió de cabeza demasiado blando y centrado. El único balance rival, un mano a mano de Weissman desbaratado por Cuéllar con el línea con el banderín levantado por fuera de juego.

Le cambió el paso al partido el descanso. El que salió mejor esta vez fue un Granada que empezó a visitar con frecuencia el área de Cuéllar. Después de que El Molinón volviera a levantarse para protestar un derribo a Otero de Ignasi Miquel, cuando el colombiano amenazaba con ganarle la carrera y el defensa era el último de la zaga nazarí, Uzuni dio el primer susto. Bruno sacó casi en la línea un remate que se iba para adentro. Lo siguiente fue ver a Cuéllar salir in extremis en un saque de esquina pasado y a Callejón rematar cerca de palo. Los de Paco López, cada vez más cerca del empate. 

Buscó oxígeno Ramírez con la entrada de Campuzano y Aitor por Jeraldino y Jordan. El Sporting, cada vez más condicionado a vivir del contragolpe, el Granada, poniendo cerco a territorio rojiblanco. El palo evitó el empate en un remate de Uzuni a la espalda de la zaga gijonesa. Neva tuvo otra con Cuéllar intentando achicar a la desesperada rematando con la zurda a las nubes. Faltaba un cuarto de hora y cada vez más apuros en El Molinón. 

Christian Rivera dio el relevo a un ovacionado Varane para encarar un tramo final con El Molinón metido y el equipo, arañando cada minuto para sumar tres puntos de oro. Volvió a quedarse a centímetros del gol el Granada al tocar Bruno un centro envenenado que se fue pegado al palo. Nervios, muchos nervios. Entró Cristo por un extenuado Otero y el equipo y El Molinón, volcado en la resistencia. Dio para salir de la cueva otra vez. Fue gracias a una impresionante galopada de Pol Valentín por banda derecha desde campo propio. Acabó llegando a línea de fondo para dársela a Cristo. El tinerfeño, solo, a la altura del punto de penalti, con la única tarea de empujar. Entre el bote previo y el hambre de gol, el remate acabó trastabillado y el balón, fuera. Añadido de seis minutos. A seguir sufriendo hasta acabar disfrutando de un triunfo para alimentar el optimismo.

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