Segunda División | Los equipos asturianos

"Me quedó la espina del ascenso, el Sporting merece subir a Primera"

"Me habría gustado despedirme jugando en El Molinón, pero no se dio; nada más salir el calendario, miré cuándo regresaba a Gijón"

En la redacción de LA NUEVA ESPAÑA. Entrevista a Babin.

En la redacción de LA NUEVA ESPAÑA. Entrevista a Babin. / Marcos León

A. Menéndez

Jean-Sylvain Claude Babin (36 año aprovecha unos días de desconexión para regresar a Gijón. El central se cita con LA NUEVA ESPAÑA para mantener una charla extensa. Sonriente, educado, se emociona al recordar su salida del Sporting –"con el Alcorcón, el club de mi vida"–. Vivencias que no le han dejado herida. Pero sí una profunda huella.

–¿Ha mirado ya en el calendario cuándo vuelve a El Molinón?–Nada más salir. (Sonríe)

–Siempre que puede, vuelve.

–Sí, tuvimos el último partido amistoso el sábado por la tarde y el míster nos dio dos días y medio libres. Al final aquí he pasado cinco temporadas, hice muchos amigos y me "presta" siempre volver.

–¿Mantiene su vivienda?

–No, porque estaba de alquiler. Pero sigo viendo a mi casera y tengo relación con ella. Pero aprovecho siempre para desconectar. Coger un poco de aire fresco. Aquí hace menos frío que en Madrid, que es bastante seco. ¡Me gusta mucho estar en Asturias!

–El club ha cambiado mucho.

–Sí... Ya lo noté el año pasado. Desde fuera se ve que han cambiado muchas cosas. Han hecho una nueva Residencia. Se han ido empleados. Han llegado fichajes. Ya no quedan muchos jugadores de mi etapa.

–¿Echa de menos el Sporting?

–(Resopla). Hombre, claro. Sobre todo echo de menos ir el día a día a Mareo. O jugar en El Molinón. El Sporting es un club muy grande. Con el Alcorcón, es el club de mi vida...

–Fue una decisión difícil...

–No fue mía, sino del club. Yo habría renovado. Respeté su decisión, pero lloré cuando la conocí. Fueron muchos años bonitos. Hice muchos amigos aquí. Me he sentido muy querido. También porque no pude jugar los últimos cuatro partidos porque me lesioné en el campo del Almería. (Babin se emociona). Me dieron un aplauso muy bonito cuando fui a Mareo a ver un amistoso contra la "Ponfe", pero me habría gustado despedirme jugando en El Molinón. Y no pudo ser...

–¿Se habría retirado en el Sporting si hubiese sido posible?

–La verdad es que sí. Ahora mi idea es retirarme en el Alcorcón, pero era algo que tenía en mente.

–¿Le quedó una espina?

–Volver a dejar al Sporting donde merece. Es decir, en Primera División. No se nos dio. No se me dio. Es una pena. Ese club se lo merece. Pero lo di todo. Lo intenté de todas las maneras. Nos quedamos a las puertas en la temporada de David Gallego. Teníamos equipo para ello. Encajábamos pocos goles. Y cuando teníamos tener la pelota, la teníamos con Manu, Pedro, José (Gragera), Javi Fuego. Y Djuka... Cada vez que tenía media ocasión era gol. Me queda esa espina. Espero que ahora lo consiga el equipo. Sobre todo, que el club nunca deje de intentarlo. Se merecen subir.

–¿Fue feliz?

–Mucho. Hubo temporadas buenas y otras no tanto, pero disfruté de cada entrenamiento, partido, charla técnica. De lo que no se ve. El último año fue duro entre lesiones, covid, el equipo terminando el decimoséptimo... Pero fui muy feliz.

–¿Cómo recuerda esa última campaña?

–Creo que fue la más difícil de mi carrera a nivel de desgaste. Incluso más que la que bajamos.

–¿El año pasado siguió mucho los partidos del Sporting?

–Mucho. De 42, igual vi la mitad. Y si no, los resúmenes los veía y seguía. Soy un sportinguista más. Que no le quepa la menor duda a la gente.

–Vaya cómo está Aitor García en México...

–Lleva dos o tres partidos y tres goles. Está contento. Su mujer e hijo viajan ahora. Aitor era mi mejor amigo en el vestuario. Le deseo lo mejor. Ya tendremos tiempo los dos para disfrutar en familia.

–¿Mantiene el trato con los que eran directivos del club?

–Con Javier, el presidente. Tengo una muy buena relación en el fútbol y fuera. Seguía bastante al Alcorcón. Cada vez que había una victoria importante, nos daba la enhorabuena a mí y a los exjugadores del Sporting. Es la única persona de la exdirectiva con la que tengo relación. Y, la verdad, la quiero mantener. Javier es una muy buena persona. Y un gran sportinguista. Se ha llevado palos importantes, pero no se los merecía. Todas las decisiones que tomó fueron por el bien del club. Le deseo lo mejor en su nueva vida y objetivos personales. Se lo merece.

–Viene de hacer una gran temporada con el Alcorcón con un ascenso incluido a Segunda. ¿Tiene cuerda para rato?

–Sí. Cumplí mis objetivos este año.Y, por fin, conseguí un ascenso en mi carrera. Mi objetivo ahora es jugar los máximos partidos posibles. Pasar de nuevo de los treinta y, si Dios quiere, meter un par de goles. Y ayudar al Alcorcón a salvar la categoría.

–¿Se ve llegando a los cuarenta jugando al máximo nivel?

–Siempre dije que iba a intentarlo, y en ello estoy. El año pasado no me lesioné de manera muscular. Eso es importante. Hago mucho trabajo preventivo, gimnasio, me he cuidado bastante... Eso no significa que no pueda salir cuando toca, porque al final somos personas y a veces hay que despejar la cabeza. Pero me cuido y me encuentro bien.

–En el Alcorcón son varios jugadores con pasado rojiblanco.

–Tenemos un vestuario muy bueno. Somos muchos del Sporting. Incluso en el vestuario por los números estábamos muy cerca. Yo tengo el 6, Bustos el 7, Bertín el 11 y Chiki el 9. Me dio pena que saliesen Berto y Pablo, pero son cosas del fútbol y les deseo lo mejor. Ojalá Pablo pueda volver. Pero lo veo difícil.

–¿Le sorprendió el nivel tan alto que dio Pablo García?

–No. Lo conozco desde la temporada 2020-2021 y sabía de su calidad. Aporta muchísimo en ataque en cualquier posición. Si quiere poner doble lateral fuera de casa. O tener un lateral ofensivo... Pablo tiene mucho gol y suma en ataque. Este año ha crecido bastante. Le he metido caña. Pero lo está consiguiendo. ¡Me alegro por él! Es buen guaje. Y sabe escuchar los consejos de los mayores. Eso no lo hace todo el mundo. Deseo que vuelva al Alcorcón, pero si no que le vaya muy bien en el Sporting, que es el club de su vida.

–¿Tiene pensado que será de usted cuando cuelgue las botas?

–Estoy pasando los títulos de entrenador, pero muchos excompañeros me insisten en que no me encasille. Me gusta hablar de fútbol. Estar en la tele, en la radio. O ser analista. Tengo bastante tiempo para sacar los diplomas. Pero lo que tengo claro es que mi vida es fútbol, por más que a mí pareja no le guste mucho eso (risas). Al final es lo único que sé hacer. Y es lo único que me interesa.

–¿Le gustaría volver algún día al club en otra posición?

–Sí, sí. Sobre todo para transmitir todo lo que me han enseñado y mis sentimientos por este club. Pero no me gustaría entrar con calzador. No quiero estar por estar. Sí entro, que sea para sumar y transmitir.

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