Ramírez, entre la devoción y el teléfono móvil

El entrenador, muy creyente, vivió con especial interés la visita a Covadonga en una jornada iniciada con disculpas en redes sociales

Miguel Ángel Ramírez, con el capellán Andrés Fernández, en Covadonga.

Miguel Ángel Ramírez, con el capellán Andrés Fernández, en Covadonga. / Juan Plaza

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

No hay una jornada tranquila para Miguel Ángel Ramírez. El día después de que su equipo le metiera tres al Mirandés y El Molinón se volcara en elogios hacia, entre otros, su propio técnico, el entrenador del Sporting acabó pidiendo disculpas después de la polémica generada por las declaraciones tras el partido en referencia a Djuka y su recuperado acierto de cara a la portería. "El gol es como las chicas en la discoteca, cuanto más te acercas, ellas más se alejan", comentó. Fue el detonante de una serie de críticas por entender que pudieran tener un cariz machista. Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, hizó público su malestar al censurar estas palabras en redes sociales. Ramírez acabó pidiendo disculpas.

"No estuve afortunado en la comparación que utilicé para hablar de nuestra relación con el gol. No tiene que ver con mi modo de entender la vida y mis valores. Pido disculpas por ello", compartió el entrenador rojiblanco en su perfil personal en redes sociales, minutos antes de la visita a Covadonga. La que era una jornada especial para el grupo y especialmente para el entrenador, muy creyente, acabó siendo un día en el que el canario acabó viviendo también muy pendiente del móvil. Sorprendido por la repercusión de sus palabras, quiso evitar darle más importancia a una rueda de prensa que además comenzó, sin que nadie le preguntara, felicitando a la selección española femenina por su triunfo en el Mundial y su ejemplo.

Antes de que el equipo se dejara ver en Covadonga, Carmen Moriyón se había mostrado dura con el entrenador rojiblanco. "Discursos como este, tan desafortunados, ponen de manifiesto la importancia de seguir trabajando por una sociedad más igualitaria", señaló la regidora. Ramírez encontró el apoyo, entre otros, de su presidente. Alejandro Irarragorri mostró su opinión tras la visita a la Santa Cueva. "Creo que todo el mundo tiene derecho a sentir o expresarse como mejor le convenga. La realidad de las cosas es que el hecho a mí me parece indiferente. No me parece que haya intentado lastimar a nadie. Ya ha pedido una disculpa por haber usado una referencia que puede haber hecho sentir mal a alguien. Para mí, ya está. No hay mucho más", sentenció el dirigente del conjunto gijonés.

No hubo espacio ni momento para el móvil cuando Miguel Ángel Ramírez cruzó el umbral de la Santa Cueva y se situó a escasos metros del altar. El rostro admirado ante la imagen de la Virgen de Covadonga evidenció una fe que no ha dejado de practicar desde su llegada a Gijón. Exalumno de un colegio claretiano en Las Palmas, son habituales sus visitas a la parroquia del Corazón de María, también de la orden claretiana. La religión forma parte del día a día del entrenador del Sporting, a quien se vio como un fiel devoto ya de la Santina en su primera visita junto al Sporting.

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