El Sporting repite estrategia: fichar en España con la implicación del presidente y del entrenador

La búsqueda de delantero en invierno mantiene la línea seguida con Yáñez, Róber Pier, Hassan y Roque Mesa

Ramírez, en Mareo.

Ramírez, en Mareo.

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El Sporting quiere repetir en enero los aciertos protagonizados en el mercado veraniego. La línea marcada en las llegadas de Yáñez, Róber Pier, Hassan o Roque Mesa, quienes han contribuido al prometedor inicio de campaña del conjunto gijonés, es ahora en lo que se apoya al club para firmar un delantero. Al menos, hasta el momento. El criterio vuelve a dar preferencia a perfiles con experiencia en el fútbol español, como son los casos de Karrikaburu, Villalibre y Maxi Gómez, con quienes, como desveló LA NUEVA ESPAÑA, ya se han mantenido contactos.

Además de mantener el filtro que tan buenos resultados ha dado en la presente campaña al Sporting en el capítulo de fichajes, las conversaciones para convencer a los futbolistas implican, como sucedió en enero, no sólo a Gerardo García, director de gestión deportiva. David Guerra, presidente ejecutivo, y Miguel Ángel Ramírez, entrenador, ya jugaron un papel clave en consumar algunas de las llegadas del pasado mes de agosto. Si el viaje de Gerardo a Málaga para ver a Yáñez marcó un antes y un después, la relación entre Ramírez y Roque Mesa abrió un hueco a un futbolista que no entraba inicialmente en las quinielas rojiblancas.

Lo que en otros clubes funciona con una jerarquía mucho más marcada llegada la situación de abordar un fichaje, en cuanto a cuota y momentos de participación dentro de una negociación, en el Sporting, señalan diversas fuentes, se ha convertido en una labor un tanto más conjunta. Sin dejar de lado el cargo que ocupa cada miembro en la estructura directiva y deportiva del club, el equilibrio alcanzado entre David Guerra, Gerardo García y Miguel Ángel Ramírez para presentar las distintas partes del proyecto del Sporting a los jugadores se apunta como una de las claves de que el pasado verano se hayan concretado refuerzos que en un inicio parecían poco accesibles.

Esta forma de entender los fichajes es una extensión de la manera de trabajar de Orlegi a la hora de abordar contrataciones. Detrás de esta última fase hay una labor de análisis de big data y seguimiento en la que los servicios compartidos del grupo tienen mucho peso. La última palabra, la de dar luz verde o no a una incorporación, se consensua con México respetando la línea marcada para cada uno de los clubes (Santos, Altas y Sporting) a corto, medio y largo plazo. El club maneja desde hace tiempo una lista de prioridades para firmar en enero el delantero que se resistió durante el pasado verano. Una lista sobre la que se sigue trabajando, manteniendo los seguimientos e incluso observando, hasta hace pocas semanas, algún partido en directo.

Jon Karrikaburu y Asier Villalibre figuran como dos de las prioridades del Sporting, mientras se sigue de cerca la situación de Maxi Gómez, quien podría salir del Cádiz. Los tres son futbolistas de Primera División con contratos altos para las cifras en las que se mueve el límite salarial del conjunto rojiblanco. Los tres, especialmente Villalibre y Maxi Gómez, operaciones complejas.

En septiembre, el tope salarial de los gijoneses se situaba en poco más de 8 millones de euros. La cifra se mantiene viva y seguramente, como sucedió la pasada campaña, se pueda incrementar ligeramente en las próximas semanas con la incorporación de nuevos ingresos como los llegados desde las altas de abonados. A ello deberá adaptarse el club a la hora de cerrar una incorporación para el ataque que obligará, al menos, a concretar una salida. Diego Sánchez, como desveló LA NUEVA ESPAÑA, tiene una propuesta del Burgos. Su marcha, cedido, puede no ser la única.

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