El Sporting dinamita una victoria que tenía en la mano: dos concesiones, un gol polémico y fin a la condición de invicto en El Molinón

Los rojiblancos ven remontado el tanto de Cali ante un valiente Racing de Ferrol que le dio la vuelta al marcador en el tiempo añadido

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

1
Sporting
2
Racing de Ferrol
1-0, min. 52: Cali Izquierdoz; 1-1, min. 71: Álvaro Giménez y 1-2, min. 96: Róber Pier (p.p.).
Sporting
Yáñez (1);
Guille (2), Cali (1), Róber Pier (0), José Ángel (1);
Hassan (2), Nacho Méndez (1), Rivera (1), Gaspar (1);
Otero (1), Campuzano (1).
Cambios

Cambios: Mario González (1) por Campuzano, min. 59; Nacho Martín (1) por Nacho Méndez; Queipo (1) por Gaspar y Fran Villalba (s.c.) por Christian Rivera, min. 90.

Racing de Ferrol
Cantero (3);
Delmás (1), Jon García (2), Castro (1), Moi Delgado (1);
Manzanara (1), Señé (1);
Nacho (2), Iker (2), Héber (1);
Álvaro Giménez (1).
Cambios

Cambios:
Nico Serrano (s.c.) por Señé, min. 66; Álex Martín (1) por Heber, min. 75; Sabin Merino (1) por Nacho, min. 79 y Cubero (1) por Nico Serrano, min. 79

Árbitro: Quintero González (C. Andaluz). Amonestó al local Otero y a los visitantes Señé, Castro, Jon García y Álvaro Giménez.
El Molión Enrique Castro Quini: 20.096 espectadores, según datos oficiales.
          

El Sporting se dejó el segundo puesto y la condición de invicto en El Molinón ante un buen Racing de Ferrol. Acostumbrado a vivir demasiado tiempo a un ritmo vertiginoso, protagonizando un primer tiempo de constante alternativa, los rojiblancos se olvidaron de cerrar el partido después de adelantarse en el marcador. Cali Izquierdoz, tras rozar lo justo un taconazo de Róber Pier, puso por delante a los gijoneses. Era el momento de echar el freno. No supo, no quiso o no pudo, pero mantener el ida y vuelta terminó dando al rival espacio a la remontada. Dos concesiones del tantas veces impecable Róber Pier, primero tras un polémico agarrón de Álvaro Giménez, castigaron con dureza al equipo y a un Molinón que no pudo hacer más para ver ganar a su equipo. 

Solo faltó el gol en una primera parte de alternativas y ocasiones en El Molinón. Con la vuelta de José Ángel, Nacho Méndez y Guille Rosas como novedades en el once, los rojiblancos salieron en tromba empujados por una afición metida como en los días grandes. Como correspondía. El inicio mostró por qué los dos equipos llevan meses peleando en la zona alta de la tabla. Fueron a por la victoria desde el primer minuto. Literal. Gaspar pudo inaugurar el marcador cuando no habían transcurrido ni sesenta segundos. Después de un rebote ganado por Otero, el gijonés se llevó el primer duelo y superó a Jon García en el segundo para plantarse cara a cara con Cantero. Con metros por delante para alcanzar el área, optó por maximizar ángulo y disparó desde lejos. Respondió con una buena mano el portero del Racing de Ferrol. El rechace volvió a caerle a Gaspi, quien un tanto forzado, y con Campuzano quizá en mejor disposición, volvió a armar la derecha. Se fue lamiendo el palo.

El inicio espoleó, aún más, a ese Molinón capaz de ganar partidos. El de los silbidos ante la posesión rival, el de levantarse de la butaca cada vez que el árbitro pita una acción mínimamente dudosa. Aguantó el Racing de Ferrol de Manjarín y Cristóbal. Los visitantes empezaban a cortocircuitar el juego en el centro de los rojiblancos, y a lanzarse al contragolpe con un Iker Losada como pieza clave para uno y lo otro. La respuesta ferrolana, arropada también por una notable representación de aficionados, llegó por botas de este último. El “chico de moda” en Ferrol tras la marcha de Carlos Vicente le ganó la carrera a Nacho Méndez para pisar área y mirar a los ojos a Yáñez. Erró el disparo para fortuna de los gijoneses. 

El Sporting intentaba trabajar una banda derecha afilada en cada galopada de Hassan, en cada desdoble de Guille Rosas. Devolvió el golpe el francés con uno de esos centros tan suyos que se pasean por área pequeña sin encontrar quien acabe de empujarlos a la red. Intentaba crecer el equipo también por un carril zurdo con José Ángel abusando de irse por el interior. Mal asunto. La iniciativa del Sporting recibió otra embestida rival de la manera más tonta. Un saque de banda a favor estuvo a punto de poner por delante al Racing de Ferrol. La recuperación visitante derivó en un centro de Heber, con devolución al primer toque de Nacho para la llegada desde atrás de Álvaro Giménez. Achicó Yáñez lo que parecía un gol cantado. Intimidó lo justo para ver al delantero rival enviar el balón fuera. Tragaba saliva El Molinón.

Si, por golpes, parecía estar por delante el conjunto gallego, Campuzano igualó la contienda en cuanto a ocasiones al filo del descanso. Una falta lateral sacada por José Ángel al primer palo, terminó en cesión de Otero a Campuzano, quien con izquierda se encontró con una nueva estirada salvadora del meta de los ferrolanos. Desvió con la rodilla para mandar a los dos equipos a los vestuarios. El gol parecía cosa de poco tiempo.

Volvió a entrar el Sporting mejor en el partido y esta vez no perdonó. Apretó el equipo y El Molinón al inicio de la segunda parte para volver a exprimir el balón parado. Un saque de esquina en corto a Hassan, un centro al primer palo, y el toque de elegancia de un central que juega cada partido de smoking y que, poco después, acabó convertido en triste protagonista. Róber Pier remató de tacón un balón que le superaba por abajo y el resto fue una repetición de lo vivido una semana antes en el gol repartido entre Gaspar y Otero. Cali rozó lo justo y el balón acabó dentro de la portería, iniciando una onda expansiva hacia la grada y el banquillo local capaz de hacer temblar a cualquier rival. Ramírez botó como el que más. La grada continuó rugiendo hasta el final. 

Hasta el infortunio de ver a Campuzano retirarse lesionado dio para celebrar el estreno de Mario González, jaleado al saltar al campo como pocos fichajes en los últimos años. En el primer balón le sacó una amarilla a Castro. Los hay que llegan con estrella y otros, estrellados. Lo del burgalés tiene mucha pinta de ser de lo primero. Ni el marcador, ni el ambiente evitó que el Racing de Ferrol volviera a asomar y reivindicar una personalidad impropia de un recién ascendido. La misma que terminó por darle la victoria. Esta vez fue Nacho quien, tras sombrero a Róber Pier, remató cruzado, cerca del palo diestro de Yáñez. El partido pedía al Sporting rebajar una marcha y evitar el cruce de golpes constantes. Ya no era necesario. No fue capaz y llegó otra sacudida. 

Los visitantes empataron con polémica. Álvaro Giménez igualó el marcador al rematar solo en el área después de una pugna con Róber Pier, al que dejó en el suelo tras un agarrón que ni el árbitro ni el VAR vieron suficiente para señalar falta en un día en el que fallaban las conexiones. El colegiado tuvo que ir a la banda para que le revisaran el sistema de comunicación con el resto de sus compañeros, como ocurrió minutos antes con el cuarto árbitro. Jarro de agua fría para el Sporting, quien le daba una vuelta al plan con la entrada de Nacho Martín y Queipo por Nacho Méndez y Gaspar. En lugar de resolver, pareció aumentar el problema. No encontraba la solución el conjunto de Ramírez. Tiró el entrenador de Fran Villalba, en lugar de Christian Rivera, para buscar algo más en el tiempo añadido. Llegó entonces el tanto del triunfo visitante. Excesivo castigo para el Sporting, duro golpe para Róber Pier en una acción sin aparente peligro y pésimamente defendida. El central coruñés quiso ceder a su portero y llegó tan forzado que acabó metiéndola en su propia puerta. Mal día para un Sporting que lo tuvo en la mano y cae ahora al cuarto puesto.

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