El Sporting cumple, Mario marca y Gio vuelve: triunfo con sufrimiento ante el Cartagena para mirar al play-off (1-0)

Los rojiblancos se llevan tres puntos merecidos tras estrellar dos balones al palo y complicarse al final ante un combativo conjunto cartagenero

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Volvió a ganar al Sporting a costa de un Cartagena capaz de agudizar su instinto de supervivencia para amenazar lo que pudo ser una victoria plácida para los rojiblancos. Mario González, en su primera titularidad en El Molinón, decidió en la primera parte un merecido y sufrido triunfo en el que hubo dos tiros a la madera del propio Mario y Gaspar antes de ver reaccionar a los visitantes. El rival apretó en la fase final en medio de los nervios en un Molinón volcado cuando en el césped empezaron a temblar las piernas. Dio para atar tres puntos de oro para seguir mirando al play-off en el día de la reaparición de Zarfino tras más de un año de lesión.

Sporting
alt text
1 0
Cartagena
alt text

1-0, min. 33: Mario González

Alineación Sporting

Yáñez (1);
Róber Pier (1), Insua (2), Diego Sánchez (2), José Ángel (1);
Hassan (1), N. Martín (2), Nacho Méndez (2), Gaspar (2);
Djuka (1), Mario González (3)

CAMBIOS

Queipo (1) por Mario González, min. 62; Guille Rosas (1) por José Ángel, min. 69; Cali (1) por Hassan, min. 69; Roque Mesa (1) por Nacho Méndez, min. 77 y Zarfino (1) por Gaspar, min. 77.

Alineación Cartagena

Lizoain (0);
Diego (1), Alcalá (1), Gonzalo Verdú (1), Fontán (1);
Calero (1), Musto (1), Andy (1), Jairo (1);
Luis Muñoz (1);
Darío Poveda (1).

CAMBIOS

Ortuño (1) por Darío Poveda, min. 56; Juanjo Narváez (1) por Luis Muñoz, min. 56; Juan Carlos (1) por Gonzalo Verdú, min. 56; Arnau (1) por Diego, min. 69 y Ayllon (s.c.) por Jairo, min. 81.


Sesma Espinosa (C. Riojano). Amonestó a los rojiblancos Róber Pier, Djuka y al entrenador Miguel Ángel Ramírez y a los visitantes Luis Muñoz.

El Molinón Enrique Castro Quini: 19.594 espectadores, según datos oficiales.

El Sporting entró bien a un partido en el que se jugó en un inicio a lo que quisieron los rojiblancos. Lideraron la propuesta y empujaron al Cartagena a vivir en su campo. Con el añadido de llevar a mínimos la virtud contragolpeadora de los visitantes. La alineación ayudó a llevar a cabo un plan con mucho balón y confianza en que la oportunidad aparecería. En el medio, los dos Nachos. Talento y seguridad para tenerla. En defensa, maximizado el buen pie. Róber Pier de lateral y Diego Sánchez, acompañando como central a Insua. En izquierda, el de tantas veces, Cote. Con la vuelta de Gaspar en el guion, la principal novedad fue ver de inicio, por primera vez en El Molinón, a Mario González. Después de abrir la lata en Miranda, el pistolero abrió fuego en casa. 

La llevaba de lado a lado el Sporting. Intentaba girar a un Cartagena con poca pelota, pero sometido a poco sufrimiento en el área. Los rojiblancos amagaban, volviendo a exhibir falta de atrevimiento en tres cuartos. Un cabezazo blando de Mario era el escaso botín de una primera media hora con los gijoneses siendo cada vez más protagonistas. El gol acabó llegando por insistencia. También con la ayuda de un Lizoain poco afortunado. Nacho Martín, un guaje con maneras de veterano, vio a Mario en el área y su centro encontró cabeceador y portería. El testarazo del burgalés, picado y con violencia, pero muy centrado, acabó entrando ante la indecisión del guardameta de los cartageneros. El encuentro estaba, ahora sí, donde querían los gijoneses. 

Pudo aumentar la cuenta el Sporting antes del descanso. El gol de Mario pareció nublar al rival y acabar de dar alas a los de casa. Merodeando de continuo el área, Gaspar se animó a armar la pierna tras varios intentos previos resueltos entre dudas y búsqueda de ángulo. Probó con uno de su clásicos, movimiento de izquierda a derecha, metiendo la diestra, y ajustando al palo largo. La pelota besó la base del poste y se fue, caprichosa, camino del palo contrario, pero en dirección opuesta al deseado gol. De ahí al final de la primera parte. De ahí a los aplausos de un Molinón satisfecho con el soleado sábado de abril capaz de alumbrar una nueva victoria en casa para volver al play-off. 

Así pintaba el partido cuando se inició una segunda parte con los mismos protagonistas sobre el terreno de juego. Deparó en su comienzo algo muy parecido a lo visto anteriormente. Tanto, que el Sporting volvió a ver negado su segundo tanto por la madera. La ocasión, muy parecida a la que abrió el marcador. Esta vez fue Gaspar quien, desde la izquierda, encontró la cabeza de Mario. El rojiblanco eligió ahora un costado y arriba. Tan arriba que su remate se topó con el larguero. Calero reaccionó entonces con un triple cambio, sabedor que el partido se le estaba escapando. Básicamente, renovó su ataque y afiló un poco más el dibujo inicial. Ver entrar a Juan Carlos, Juanjo Narváez y Ortuño lo resume todo. Poco después, Mario González, visiblemente cansado, dejó su puesto a Queipo. A falta de media hora, el escenario se agitaba. Empezaba otro partido.

Con un rival que volvía a asomar al área de Yáñez, José Ángel centró para ver a Djuka rematar con el interior y provocar una buena mano, de las mejores, de Raúl Lizoain, ex de Las Palmas y buen amigo de Miguel Ángel Ramírez. Todo, en un puño, como manda la Segunda, y la sensación de que el Sporting lo tenía todo para matar el partido y no acababa de conseguirlo. Entraron Cali y Guille por José Ángel y Hassan. Aparecieron los nervios, los fallos en un lado y en otro. El peligro de ver transitar a un Cartagena capaz de sacar partido a su instinto de supervivencia, agudizado en una segunda vuelta impecable. 

Llamó Ramírez a Roque y Zarfino en una clara intención de enfriarlo todo, de que los veteranos pararan lo que empezaba a moverse demasiado. La vuelta del charrúa a los terrenos de juego, tras catorce meses lesionado, fue recibida por una intensa ovación. Gaspar y Nacho Méndez, esta vez despedido entre aplausos, fueron los sustituidos. Tocó sufrir hasta el final. Diego Sánchez evitó el remate a bocajarro de Ayllón a falta de cinco para los noventa reglamentarios y El Molinón ayudaba silbando las primeras posesiones largas de los visitantes. Tensión. Vio la amarilla Ramírez por protestar. Le vino de lujo al Sporting para escuchar las protestas de una afición de la que suma puntos. Faltó ver a Fontán acariciar el gol y a Yáñez volar para certificar una merecida victoria que permiten seguir haciendo números para el play-off.

Suscríbete para seguir leyendo