Otero coge velocidad: de superar sus registros en el Sporting, a una prioridad de cara a su futuro

Cuarenta y cinco minutos bastaron para ver una de las mayores exhibiciones individuales de un jugador del Sporting esta temporada (2023-2024). La pena: la falta de premio. Porque a pesar del gol y de la constante amenaza que supuso para el Elche, ese rato de Juan Otero no fue suficiente para que el equipo gijonés rascase al menos un empate. “¿Pero quién es ese?”, se preguntaban varios periodistas locales tras el despliegue de recursos del futbolista colombiano, de 28 años, que mostró de golpe todo su arsenal en el Martínez Valero tras ser descubierto en el ocaso de la campaña 2022-2023 como “9” por Miguel Ángel Ramírez cuando el grueso de su carrera ha sido más un futbolista pegado a la cal, un banda, extremo puro: un potente golpeo con su pierna derecha, desde unos 30 metros, comenzó a mandar a los de Beccacece hacia atrás; luego el de Sipí marcó el 2-1, con el hombro, un gol de área. 

E incluso tuvo al final el 2-2, en una maniobra en el área de delantero puro tras imponerse a Bigas y Mario Gaspar y girarse rapidísimo para disparar, sin pensar. 

Aunque venía mermado por alguna molestia muscular, Ramírez se vio obligado a mirar al banquillo para recurrir a su jugador de campo favorito: con 2.746 minutos, es el más usado por el técnico, que ha sacado el mejor rendimiento del futbolista como punta tras pasar de puntillas como banda, donde le faltó algo de tacto para desbordar. Los datos confirman su ascendencia como ariete, donde todas sus cualidades físicas se multiplican: Otero suma ya 8 goles (solo por detrás de Gaspar Campos, que lleva 10) y está a tan solo un tanto de igualar los 9 que hizo en la 2017-2018 en Estudiantes de la Plata, su mejor campaña anotadora y la que le ayudó a dar el salto a Europa, contratado por el Amiens francés. 

Aunque los responsables deportivos de Orlegi Sports trazan dos hojas de rutas distintas para el proyecto del Sporting, dependiendo de la categoría, ya hay una decisión tomada: se buscará de nuevo la continuidad de Otero, que encara su último año de contrato con Club América (2025), lo que puede provoca una negociación con dos caras. Por un lado, contractualmente el futbolista está menos protegido y a priori podría tener más fácil conseguir una nueva salida al club rojiblanco, integrado en Gijón y en el Sporting, muy feliz en el fútbol español. Pero esa cercanía de la finalización de contrato en el club mexicano también tiene su cara ‘B’. Otero tiene una ficha prohibitiva para el club rojiblanco y muy difícil de encajar en Segunda División por las normas de La Liga y la necesidad de regatear el tope salarial. De hecho, Club América, que tiene unas magníficas relaciones con el Grupo Orlegi, asume parte de la ficha esta temporada, como hizo ya en el primer año del atacante en Gijón. Otra cesión parece el camino más fácil para que se encuentren los dos clubes. Aunque al encarar su último año de etapa, no es tan sencillo. Otero tiene un perfil que llama la atención en el mercado, jugador rápido, potente, y versátil. Un ascenso a Primera División facilitaría mucho la operación, que se intentará igualmente por ambas vías.

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