El vestuario del Sporting se conjura: ganarlo todo y a esperar por los rivales

Los rojiblancos no tiran la toalla tras la derrota en Leganés y tratarán de apurar hasta el final sus opciones de entrar en play-off

Los jugadores del Sporting celebran el gol del José Ángel ante el Andorra. | Marcos León

Los jugadores del Sporting celebran el gol del José Ángel ante el Andorra. | Marcos León / Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

La zona mixta de Butaque mezclaba dos estados de ánimo opuestos a la hora de enfilar la salida del estadio madrileño: la euforia del Leganés de Borja Jiménez contrastaba con los rostros desanimados de los jugadores de Ramírez. Diego Sánchez, Guille Rosas, Yáñez, Gaspar… Muchos abandonaban el campo cabizbajos. La derrota supuso un enorme varapalo para el vestuario del Sporting, porque había grandes esperanzas depositadas en la cita. Las formas - con otra polémica arbitral incluida y con la sensación de haber estado muy cerca de sumar al menos un punto- escoció doblemente. También el triunfo del equipo de José Alberto López en El Alcoraz ante el Huesca, que casi certifica la clasificación para el play-off del Racing de Santander.

Pero a nivel interno en Mareo aún nadie piensa que el Sporting haya dicho la última palabra. La frustración es grande, porque el equipo, de golpe, ya no depende de sí mismo y tendrá que ganar y esperar a que le acompañen otros resultados. Sobre todo, los rojiblancos estarán atentos al duelo directo que se disputa hoy (21 horas) en Barcelona entre Espanyol y Oviedo. Lo marca casi todo. Si el Oviedo gana, se escapará en la clasificación. Las cuentas, de momento, siguen saliendo, aunque son más difíciles. A falta de la disputa del partido en Barcelona, los rojiblancos están a dos puntos del play-off. En Mareo algunos cargos de la entidad ya habían estimado antes de caer en Butarque que con seis puntos sería suficiente para aferrarse a la sexta plaza. El vestuario sigue creyendo y tiene fe. Asumen que todas las opciones pasan por hacer pleno (ganar al Éibar y luego en Elda) y esperar. Los rivales del club rojiblanco tienen curvas en el calendario y mientras las matemáticas brinden opciones, aún hay esperanza, entienden en el club. Además de visitar a un hueso como el Espanyol, el Oviedo recibe a un Andorra que aún tiene opciones de salvarse tras el agónico gol de Karrikaburu al Burgos. Y después cerrarían la temporada visitando a un Eibar que puede jugarse el directo. Al Espanyol, mientras, también le quedan duelos complejos. Uno, el de mañana, ante los azules. Pero es que después, los catalanes deben ir a Lezama para medirse ante un Amorebieta al alza que sueña con la permanencia. Luego zanjan el campeonato ante el Cartagena, que solo se juega el orgullo, pero es uno de los equipos más fiables del campeonato. El Racing, por su parte, lo tiene más de cara. Saca cinco puntos de ventaja y quedan seis en juego. Se medirá ante el Zaragoza en El Sardinero y cierra el curso ante el filial del Villarreal, que aún tiene algunas esperanzas de salvar la categoría. Los números permiten tener fe y creer en que el Sporting sigue vivo.

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