Vigo, Agencias / A. M.

La Policía de Vigo detuvo en las últimas horas a dos jóvenes como presuntos autores del incendio intencionado que el pasado sábado afectó a un edificio de siete plantas de la calle Jenaro de la Fuente de Vigo (Pontevedra). Los dos detenidos grabaron con el teléfono móvil su gamberrada, supuestamente para colgar el vídeo en internet, según indicó la Policía.

Los arrestados son J. J. D. E., de 25 años, y S. E. S., de 18 años, que acompañaba al primero cuando se produjeron los hechos, informó la Policía. Según la investigación policial desarrollada por la unidad de delincuencia especializada y violenta de la Comisaría de Vigo, los detenidos pasaban en la madrugada del sábado por el número 6 de la calle Jenaro de la Fuente cuando J. J. D. E. prendió fuego con su propio mechero al material plástico de una obra acumulado en la vía pública.

La Policía indica que el presunto autor del suceso se alejó del foco del fuego para ver el resultado de la acción, mientras lo grababa con su móvil para colgarlo en internet. El arresto se produjo el miércoles por la tarde y ambos detenidos pasaron a disposición del Juzgado de instrucción de guardia de la ciudad en el día de ayer.

El incendio obligó a desalojar el inmueble de siete plantas situado en el barrio de O Calvario, sin que se produjeran heridos. También se vieron afectadas por el fuego dos oficinas y cuatro comercios. Las personas desalojadas tardarán un año en poder regresar a sus hogares y actualmente viven en segundas residencias, hoteles o domicilios de familiares.

Aunque no se produjeron víctimas, no se dejaron de vivir momentos de gran angustia en la madrugada del sábado. Varios policías que estaban realizando un control en una calle cercana fueron los primeros en acudir al edificio en llamas, antes incluso que los Bomberos.

En medio de un humo muy denso y con toda la fachada ardiendo, los agentes no dudaron en entrar en el bloque y ayudar a los vecinos. Desde el exterior podían oírse sus gritos pidiendo ayuda. El propio alcalde de Vigo, Abel Caballero, felicitó anteayer, miércoles, a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local que el sábado evacuaron el edificio.

Sin pensarlo, y ayudados de una escalera de bomberos, los agentes accedieron al bloque por la parte trasera. Tuvieron que salvar de un salto una separación de «casi dos metros» entre el vehículo y la fachada y, una vez dentro, alertaron «puerta por puerta a las familias», la mayoría de las cuales se encontraba fuera de sus viviendas.

No hubo tiempo para pensar en el riesgo que corrían, el humo era «muy espeso» y ayer mismo reconocían que «si los vecinos hubieran pasado más tiempo en el interior, probablemente hubiesen caído desmayados», lo que hubiera dificultado su rescate. Gracias a su rápida reacción, los policías consiguieron evacuar a una familia del primer piso y a otra del segundo. Mirando hacia atrás, los policías reconocen que el incidente «pudo ser mucho peor de lo que fue».

La situación se complicaba a medida que ascendían. «A partir del cuarto o quinto piso la intensa humareda imposibilitaba la visión» por lo que fueron los bomberos los encargados de revisar las últimas plantas del edificio, en las que se movían prácticamente a tientas y de las que logró salir por su propio pie una pareja que despertó con el ruido de las sirenas. Tan escasa era la capacidad de visión que tenían que en algún caso se sorprendieron «golpeando al vacío». Eran incapaces de distinguir si las puertas de las viviendas seguían cerradas o estaban ya abiertas.

Ahora se están evaluando los daños. Las obras de rehabilitación de los inmuebles dañados no comenzará hasta la semana que viene.