Santiago de Chile, Agencias

Una ciudadana chilena nacida en España es la segunda víctima confirmada en el terremoto de 8,8 grados en la escala Richter que sacudió el pasado sábado este país andino, según informaron ayer por la tarde fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La muerte de la mujer se suma a la del catalán Miki Marín, de 31 años y vecino de Alella (Barcelona), que cayó al mar en la isla Robinson Crusoe, donde llegó un tsunami.

La nueva víctima, que residía en la zona de Concepción -una de las más afectadas por el seísmo-, había nacido en España pero tenía la doble nacionalidad. Desde la Embajada española en Santiago se ha contactado ya con su familia, que reside igualmente en Chile. Ésta es la primera víctima española que se confirma desde el departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos, si bien los familiares del joven catalán Miguel Marín han indicado a los medios que éste falleció en el tsunami que arrasó la isla de Robinson Crusoe, en el archipiélago de Juan Fernández.

Entre tanto, continúan las labores de recuperación de víctimas -que suman más de 800 en todo el país- y se empiezan a hacer los primeros balances económicos del desastre. La reconstrucción de las zonas de Chile destruidas por el terremoto y el tsunami del sábado pasado se demorará todo el mandato del próximo Gobierno (cuatro años), o al menos unos tres años, y para encarar la recuperación el país requerirá de créditos internacionales, según reconoció ayer la presidenta en funciones, Michelle Bachelet. Paulatinamente comienzan a aparecer en la televisión chilena las imágenes de caravanas de camiones, puentes aéreos y barcazas llegando con alimentos y ayuda a las regiones afectadas por la catástrofe, que abarcó la región más poblada del país, donde reside el 80 por ciento de los habitantes. Una de las zonas más castigadas fue Constitución, donde la altura de la ola del tsunami fue de 12 metros. Bachelet ha visitado tres centros de almacenamiento de ayuda y ha estado en Concepción, la mayor de las ciudades afectadas por el seísmo. La reconstrucción del país cuesta unos 22.000 millones de euros.