La Audiencia de Barcelona ha condenado a 36 años y medio de prisión a un hombre acusado de haber violado a tres empleadas domésticas «sin papeles», a las que captaba con anuncios de trabajo colgados en locutorios públicos, mientras se hacía pasar por policía para evitar que lo denunciaran. La sentencia condena también al procesado a indemnizar con 51.000 euros a las víctimas por las secuelas provocadas con sus violaciones.