Oviedo, Lucía NOSTI

Andrés Obiang Nguema no es el protagonista de una novela, pero acaba de ser el actor principal de una historia kafkiana en Oviedo. Este ciudadano guineano residente en Asturias fue confundido con un hermano del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, con quien comparte apellidos y parecido físico, mientras se encontraba hospitalizado en la Cruz Roja de Oviedo, aquejado de una dolencia renal. La confusión fue tal que su ingreso llegó incluso a ser tratado en los despachos del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Según algunas fuentes fue el mismo paciente quien alertó a las autoridades sanitarias de su parentesco con el presidente de Guinea. A partir de ahí la historia echó a rodar. De Exteriores al Gobierno de Guinea, teléfonos de ida y vuelta hasta comprobarse que no había tal parentesco. Funcionarios de la república africana desmintieron tal extremo. LA NUEVA ESPAÑA habló ayer con Andrés Obiang, que dio su versión de lo ocurrido. «Yo no he dicho en ningún momento que fuese el hermano del presidente de mi país. Si fuese un lunático diría que sí. El presidente y yo pertenecemos al mismo clan, pero yo no soy familia suya. El nombre no es indicativo del parentesco, ¿o en España no puede haber otro José Luis Rodríguez Zapatero?», afirmaba. Obiang achaca lo sucedido a una confusión por la coincidencia de los apellidos. El guineano, afincado en Asturias desde enero por asuntos médicos, pertenece a la tribu Fang, etnia en la que también se encuentra el presidente de Guinea, su «supuesto» hermano. Andrés Obiang niega rotundamente haber realizado esas afirmaciones: «Me parece mal lo que se está diciendo. Si fuera familiar del presidente no estaría en un hospital en España», explica de forma rotunda.

El guineano, que tiene 45 años, vive en La Corredoria con su hermana desde que llegó a Asturias y en su país trabajaba como funcionario en la cooperación española. Ella lleva catorce años afincada en el Principado y se ha tomado a risa la confusión. «Pues ahora que lo dices, se da un aire al presidente», afirma entre risas. No quiere dar su nombre. «Sólo quiero que todo quede aclarado. Es una confusión. Yo no dije nada», zanja.