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La dramática situación de una familia gijonesa

La madre que dejó a sus hijos en un piso repleto de basura fue "a pasear al perro"

La mujer, de 26 años, pierde la custodia de los niños, de 6 y 3 años El padre está en Villabona El abuelo, alcohólico, rechaza a los nietos

Edificio en el que tuvieron lugar los hechos. ENEKA FERNÁNDEZ

Los dos niños de seis y tres años a los que la Policía rescató a las tres de la madrugada del pasado domingo en Gijón, sacándolos de un piso del barrio del Natahoyo repleto de basura, excrementos, vómitos, cristales, comida emponzoñada y restos de droga, permanecerán al menos unos días más en el centro Materno Infantil de Oviedo. La madre de 26 años y posiblemente toxicómana, los había abandonado a su suerte. No podrá volver a tenerlos a su cargo y está a la espera de lo que decida la Fiscalía de Menores sobre su custodia. De nada le sirvieron ayer a la joven, natural de Logroño aunque residente en Asturias desde hace años, las excusas con las que intentó justificar su actuación ante el juez. "Salí un momento a pasear el perro", afirmó la mujer, que quedó en libertad con cargos tras declarar en el juzgado.

Actualmente la situación de los niños no es sencilla. La madre carece de domicilio fijo en Asturias. El piso donde fueron hallados los niños no era suyo. Estaba de paso. Varios testigos señalaron ayer que en el momento del arresto la detenida se encontraba en Gijón "pasando unos días en casa de una amiga". El abuelo materno de los pequeños tampoco quiso hacerse cargo el pasado domingo de los dos niños, alegando que padece problemas con el alcohol y que sufre una minusvalía. El padre de los dos menores, por su parte, está cumpliendo condena en la cárcel de Villabona. De hecho, fue precisamente en el penal asturiano en donde la detenida conoció a la amiga con la que estos días convivía en el domicilio gijonés. Ambas mujeres acudían con regularidad al penal para visitar a sus parejas sentimentales.

Los hechos por los que la detenida tuvo que responder ayer ante el juez tuvieron lugar pasadas las dos y media de la madrugada del domingo. Un vecino de El Natahoyo alertó a la Policía Nacional cuando vio a la niña de seis años arrojando objetos por la ventana. La propia menor le confesó al testigo que se encontraba sola en el piso. Ella y su hermano pequeño no se encontraban al cuidado de ningún adulto. Llevaban solos más de media hora. Y no era la primera vez que pasaba algo así.

La niña abrió la puerta posteriormente a la Policía. Estaba desnuda y descalza. Ante los agentes la pequeña volvió a repetir el mismo lamento con el que se había visto sorprendido el vecino que alertó a los agentes. El panorama que se encontraron los funcionarios de la Comisaría de Gijón al acceder al inmueble fue desolador. En el piso se acumulaban varios kilos de basura y ropa sucia así como excrementos y orines de perro, vómitos, botellas rotas, comida putrefacta, envases vacíos y hasta restos de haber consumido en el inmueble sustancias estupefacientes. La Policía afirma que la vivienda no tenía condiciones higiénicas para su habitabilidad. Además, la madre de los niños había encerrado dentro de una de las habitaciones a un perro de raza pitbull que convivía con la familia y que, según los agentes, también podría haber resultado peligroso.

Después de ayudar a los niños a vestirse con la ropa que la hermana mayor sacó de una cómoda los funcionarios esperaron en las inmediaciones del domicilio hasta que apareció la detenida. La joven, de 26 años, llegó a la vivienda en coche y fue arrestada en ese mismo momento. La madre de los dos niños desamparados no pudo ni tan siquiera precisar cuánto tiempo llevaba fuera del domicilio. No volvió hasta que recibió la llamada de la Comisaría. Los policías que participaron en la intervención les compraron comida a los niños. Además de solos y sin vigilancia los pequeños estaban hambrientos. No habían cenado.

Tras rescatar a los menores, los agentes tomaron fotografías del deplorable estado en el que se encontraba el piso. Cerca del sofá en el que se había dormido el niño localizaron restos de basura, pan, envoltorios, bolsas de plástico, botellas vacías y excrementos. Los dos menores fueron trasladados ya desde en un primer momento al centro Materno Infantil de Oviedo. La detenida aceptó voluntariamente que la Policía Nacional de Gijón registrara su vivienda.

Los investigadores del Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría de Gijón tratarán ahora de determinar la situación en la que estaban los menores. Los agentes intentarán confirmar, en primer lugar, la adicción a sustancias estupefacientes que supuestamente padece la progenitora. En este sentido también será clave conocer los ingresos que tiene esta vecina de Gijón pero natural de Logroño. Por el momento las primeras pesquisas apuntan a que la mujer carece de un puesto de trabajo.

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