La peregrina norteamericana Denise Pikka Thiem, cuyo cuerpo fue hallado el pasado septiembre tras meses de búsqueda por el Camino de Santiago, falleció de una brutal paliza que le habría propinado Miguel Ángel Muñoz Blas, detenido en Grandas de Salime y quien se declaró autor del crimen, aunque de forma accidental. El cadáver apareció completamente desnudo y escondido entre unos matorrales.

El informe de la autopsia realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Ponferrada revela que el cuerpo "presentaba fractura de mandíbula con pérdida de piezas dentales. A la exploración craneal se palpa fractura subyacente en región temporal derecha. Tiene el cabello enredado con sustancias, sangre, palos y barro, y está en fase licuefactiva de putrefacción".

Añade el texto que "se aprecian las siguientes lesiones a nivel craneal: fractura con ausencia de fragmentos óseos a nivel de escama del temporal (en un lateral de la cabeza) que irradia a la base del cráneo afectando peñasco temporal, órbita derecha y maxilar superior. Fractura de rama mandibular derecha, fractura de cuerpo mandibular a nivel medial izquierdo y fractura occipital derecha". Además, informó ayer el "Diario de León", "presenta una fractura de cartílago laríngeo cuya vitalidad está en fase de estudio. En el tórax presenta múltiples fracturas a la altura de la parrilla costal".

El cadáver se hallaba "decúbito prono con la cabeza girada a la izquierda, piernas flexionadas, extremidades superiores plegadas bajo el cuerpo. Se aprecia la ausencia de ambas manos. No puede descartarse que fuera por la acción de animales carroñeros ni la amputación traumática postmorten". Según los médicos, la muerte se habría producido entre uno y ocho meses antes.