Un motorista que circulaba por la Autovía del Cantábrico (A-8) en sentido Cantabria resultó herido grave ayer al chocar contra la barrera de la mediana, donde quedó empotrado con el vehículo, éste literalmente "partido a la mitad", según describieron varios testigos del siniestro. El accidente se produjo en torno a la una del mediodía a la altura de la localidad llanisca de Pendueles y llamó la atención de los muchísimos conductores que a esa hora transitaban por la autovía en ambos sentidos, buena parte de ellos camino de las playas de la comarca.

Hasta el lugar de la colisión se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, sanitarios con una ambulancia y una uvi móvil y también integrantes de Bomberos del SEPA. La actuación de estos últimos no fue finalmente necesaria, pues cuando llegaron a Pendueles comprobaron que no había heridos a los que excarcelar.

Los servicios médicos de emergencia trasladaron al motorista herido al Hospital Grande Covián, en Arriondas, a bordo de la uvi móvil. El herido presentaba un golpe en la cabeza, una fractura y erosiones. Su pronóstico era reservado, aunque no se temía por su vida.

Por otro lado, tres personas resultaron heridas a las seis de la tarde al colisionar un turismo contra otro estacionado en la carretera de Arriondas a Cangas de Onís (N-625), cerca de esta última localidad.