"Totalmente destrozados". Así se encuentran los familiares, amigos y vecinos de Xurde Alas Huerta, vecino de Sellañu (Ponga) de 17 años de edad que el jueves por la noche falleció tras perder el control de su moto en la carretera que une Cangas de Onís y Llanes, a la altura de Labra. El joven se dirigía a casa de un amigo, donde tenía previsto pasar la noche, cuando sufrió el accidente, que lo llevó a estamparse contra el quitamiedos. Fue su amigo, que viajaba por delante en otra moto, quien llamó a los servicios de emergencia. Los sanitarios trataron de reanimarlo sin éxito durante dos horas.

El pongueto formaba parte del equipo de fútbol Cánicas AC y era fan del Sporting, estudiaba un módulo de Fabricación Mecánica en el Instituto de Cangas de Onís y se sacaba un jornal ayudando a su primo y padrino David Alas, en el hotel rural y restaurante Casa Ricardo, de Sellañu. "Me enteré del mazazo por las redes sociales. Estamos rotos de dolor, la pérdida es irreparable. Críu más buenu y trabajador no lu había", aseguró el hostelero. La familia, muy querida en la comarca, agradeció ayer las muestras de cariño, pero manifestó su deseo de soportar el duelo en la más estricta intimidad. El padre, un ferrero muy afamado en Ponga, se encontraba trabajando en Canarias cuando se enteró de la triste noticia e inmediatamente cogió el primer vuelo para acompañar a su mujer y a su hija pequeña en tan dolorosos momentos.

Los vecinos de Sellañu hicieron ayer hincapié en que si la pérdida de un adolescente es siempre dolorosa, en un concejo azotado por el envejecimiento y la despoblación (hay poco más de 600 habitantes), lo es todavía más. "En la parroquia de Cazu hay cuatro críos contados: estaba Xurde y quedan su hermana pequeña, Xana, y otros dos primos que tienen y para de contar", apuntó a este periódico Maximina Pilar. "Estamos consternados. Aquí todo el mundo lo conocía y era un cielo de niño", aseguró. La alcaldesa de Ponga, Marta M.ª Alonso, también mostró su pesar por la pérdida del joven, que el año pasado hizo prácticas de peón en el Consistorio.

Luis Sarmiento, que durante los dos últimos años entrenó a Alas en el equipo de fútbol Cánicas AC de Cangas de Onís, tampoco daba crédito ayer a la noticia. "Era juvenil de segundo año y jugaba de mediapunta. Era tan noble que a veces daba hasta pena reñirlo. No hay más que buenas palabras para él", dijo. El club suspendió todos los partidos menos el del equipo regional que, previsiblemente, guardará mañana un minuto de silencio antes de la competición. Numerosos colectivos deportivos y culturales expresaron también públicamente sus condolencias.