El juicio por la muerte de la niña ibiense de 19 meses Ana Suárez, tras aspirar un grano de maíz que los médicos no fueron capaces de detectar, continuó ayer con la pericial de José Ángel Rodríguez Getino, profesor de Medicina Legal y Forense en la Universidad de Oviedo, y el forense Santiago Delgado Bueno, designados por la defensa y la aseguradora de la doctora del HUCA Estíbaliz Valdés, que se enfrenta a penas de entre año y medio y cuatro años de cárcel. Los dos peritos trataron de apuntalar las tesis de la defensa, pero terminaron admitiendo que solo una broncos copia habría confirmado la presencia del maíz en el pulmón de la niña.

"Nadie tenía la certeza de que se hubiese producido la aspiración", indicó Rodríguez Getino. "Que un niño cambie de color puede deberse a una congestión por la tos", añadió. La broncoscopia, aseguró, no estaba indicada. "El tiempo jugaba a favor de la decisión tomada por la doctora", añadió. Pero el fallecimiento fue "fulminante".

Antes de que entrase el otro perito, la doctora Valdés se levantó para hablar con los abogados, algo por lo que fue reconvenida por el magistrado José María Serrano, titular del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. La doctora mostró en ese momento su estado de ánimo: "Todo esto para mí es un agobio". El juez la cortó recordándole que la madre de la niña fallecida, Cecilia Fernández, también estaba en el juicio, y que para ella todo aquello también le resultaba "un agobio".

Santiago Delgado, designado por la aseguradora, aseguró que, en su carrera como forense, se había encontrado con otros tres o cuatro casos como el de Ana. "Lo que hizo la médico era lo recomendable, la broncoscopia no estaba indicada", indicó. Y es que para este forense, "no se mete un broncoscopio porque un niño tosa", ya que se trata de una técnica muy invasiva que incluso puede profundizar del cuerpo extraño. "Tan fácil de ver no debía ser cuando seis médicos no lo vieron", indicó. Y no dejó de calificar lo ocurrido de "suceso terrible, trágico, asombroso, pero sucede y seguirá sucediendo". Finalmente, tuvo que reconocer que la única forma de confirmar que el cuerpo extraño estaba allí era precisamente una broncoscopia. El juicio continúa el próximo viernes.