La localidad de Mansilla de las Mulas, en León, se volcó ayer en la búsqueda de un niño de 12 años, de nombre Bruno, que desapareció ayer por la mañana, cuando iba al instituto en bicicleta. Agentes de la Guardia Civil, junto a vecinos, rastrearon varias áreas arboladas en torno a los ríos Esla y Porma, por si el menor se encontrase allí. Al final, el menor se presentó en el trabajo de su padre, quien rápidamente alertó a la Guardia Civil para que desactivase el operativo de búsqueda. Según ha trascendido, solo pretendía escaquearse de un examen que tenía ayer en el centro donde cursa estudios. La desaparición del menor hizo revivir la pesadilla del caso del pequeño Gabriel, el "pescaíto", el niño de ocho años asesinado por la pareja de su padre en el área almeriense de Cabo de Gata.

Bruno llevaba en el momento de su desaparición un pantalón vaquero azul, camiseta naranja fluorescente, sudadera azul claro y zapatillas blancas y montaba una bicicleta de color amarillo. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno explicaron que la familia interpuso la denuncia de la desaparición ante la Guardia Civil, por lo que se activó el protocolo de búsqueda del menor para ganar tiempo ante la posibilidad de que le hubiese ocurrido algo malo.

Al chico se le perdió la pista cuando acudía, en torno a las ocho de la mañana, al instituto de educación secundaria "Astura" de Mansilla de las Mulas, situado a menos de un kilómetro de la vivienda donde reside Bruno. Un primo suyo fue la última persona que le vio. Al parecer no tenía ganas de ir al instituto y se había dejado la mochila en casa. El chico tenía un importante examen ayer martes, por lo que se apuntaba a que su desaparición tuviese que ver con ello.

La alarma sonó cuando el menor no apareció por el instituto, donde cursa primero curso de ESO. Los profesores se pusieron en contacto con los padres y éstos con la Guardia Civil. Incluso SOS desaparecidos lanzó una alarma sobre este caso, aportando una fotografía del menor y una descripción de la ropa que llevaba.

"Una chiquillada"

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno indicaron que, al parecer, se había tratado de "una chiquillada" del menor que se escondió en algún lugar de la propia localidad y no asistió al instituto con la intención de "escaquearse" de hacer un examen. Ayer por la tarde ya se encontraba en casa con su familia.

El caso de Gabriel ha puesto todas las sensibilidades a flor de piel. El niño desapareció el 27 de febrero en la localidad almeriense de Níjar. El cadáver fue encontrado el 11 de marzo, en el maletero del coche que conducía Ana Julia Quezada, la compañera del padre del menor. La mujer lo había asesinado el mismo día de la desaparición, en una finca de la familia.