Una veintena de personas han resultado heridas pasadas las doce de la noche tras una explosión ocurrida en las fiestas de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea. El suceso se produjo cuando un volador de la exhibición pirotécnica salió desviado hacia el Prao del Molín, donde se hallaba la máquina preparada para el gran lanzamiento del día grande de las celebraciones, dando lugar a una reacción que afectó prácticamente a toda la localidad, causando destrozos en escaparates de negocios, ventanas y portones de garajes.

La explosión se ha saldado con un pirotécnico herido por quemaduras y una veintena de heridos por la rotura de cristales. Todos de carácter leve.

Así lo ha confirmado el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, en un mensaje en su cuenta de Facebook donde explica que "por fortuna no tenemos más que lamentar que heridos leves y daños materiales, sobre todo de cristales".

Así, el edil cangués ha explicado que los pirotécnicos también están bien, pero que uno de ellos está herido con quemaduras leves. Además, ha agradecido a todos los miembros del Plan de Seguridad su labor por su respuesta "inmediata".

"En poco más de una hora, Guardia Civil ha doblado sus efectivos. Lo mismo ha ocurrido con Policía Local y personal médico del Hospital, que incluso ha abierto el Centro de Salud para atender a heridos", ha afirmado el alcalde.

"La seguridad funciona, de lo contrario estaríamos hablando de una tragedia. Ahora a valorar qué hay que hacer para que algo así no vuelva a ocurrir, una vez que tengamos todos los datos", ha sentenciado Rodríguez. Como consecuencia del suceso han sido cancelados todos los actos festivos.

"La explosión fue peor que la de 1981"

El pueblo ha amanecido conmocionado: como el despertar de una pesadilla. "La explosión de 1981 fue terrible, pero ésta ha sido más gorda", ha comentado a LA NUEVA ESPAÑA un vecino de Cangas, testigo de ambos sucesos. Ha hablado con este periódico mientras limpiaba y lavaba su coche, lleno de cristales.

"A un vecino nuestro se le cayó encima la puerta de la terraza y tuvieron que ponerle cinco puntos en el hospital", señaló el ciudadano cangués. "Es un desastre total. Es casi un milagro que sólo haya habido heridos leves", precisó.

Las calles más comerciales tienen reventados sus escaparates. En este momento, decenas de ciudadanos se agolpan ante una oficina abierta por el Ayuntamiento para que los perjudicados por las explosiones puedan denunciar los daños sufridos, que son muchos. "No me extrañaría que hubiera mil afectados", indicó la citada fuente.

"Parecía una guerra", relatan los testigos

El susto fue monumental, como relata el testigo Jorge Ruiz, quien aseguró que "de golpe se oyó una gran explosión y todo tembló, nos empezaron a caer cristales encima, parecía una guerra". Para Susana Vaquero, otra de las presentes, que vio como un escaparate se desplomó justo a su lado, "es increíble que no pasara nada más grave, parecía un terremoto".