Mató a su mujer en 2003 y ahora ha matado a la abogada que le defendió en el juicio, con la que tenía una relación sentimental. Sin embargo, esta vez no se sentará en el banquillo, porque se ha quitado la vida tirándose de un viaducto. José Javier Salvador Cano, de 50 años, llevaba en libertad desde enero de 2017, tras cumplir 13 de los 18 años de cárcel a los que fue condenado, tras un juicio con jurado en el que la abogada asesinada, Rebeca Santamalia, de 47 años y madre de un hijo, llevó a cabo una brillante defensa que libró al acusado de unos cuantos años de prisión, tras convencer al tribunal que mató a su esposa "ofuscado".

Salvador Calvo tenía 35 años cuando en mayo de 2003 acabó con la vida de su esposa, Patricia Maurel, a quien disparó nueve veces con una carabina pocos días antes de las elecciones municipales a las que ella concurría como cabeza de lista en La Puebla de Híjar (Teruel).

Anteayer, jueves, sobre las nueve de la noche, el marido de la abogada avisó a la Policía de Zaragoza de que su esposa no había regresado a casa. Los agentes terminaron yendo hasta un domicilio de la calle Pradilla de la capital aragonesa, propiedad del supuesto asesino. Al no responder nadie, los agentes localizaron a la hermana de José Javier Salvador y, entre las cuatro y las cuatro y media de la madrugada, hallaron en el interior de la vivienda a la abogada, asesinada a puñaladas.

Horas antes, a medianoche, una patrulla había visto caminar por el viaducto nuevo de Teruel a un hombre que echó a correr cuando los agentes se dirigieron hacia él y que se arrojó al vacío. El hombre, que llevaba gran cantidad de dinero encima, no portaba documentación, pero fue identificado por las huellas como José Javier Salvador Cano.