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Perros adiestrados buscan rastros de las niñas de Tenerife en casa de su padre

l Los canes son del grupo que buscó pistas del crimen de Ardines | La Guardia Civil explorará el fondo marino con un sonar y un robot

“Junco”, uno de los perros que ayudan en la búsqueda de las niñas.

La Guardia Civil volvió ayer a rastrear la finca de Tomás Antonio G. C., el padre de Olivia y Anna, desaparecidas al igual que su progenitor hace 21 días, sin que haya encontrado pruebas concluyentes. Los agentes estuvieron acompañados en esta ocasión por dos perros adiestrados en la búsqueda de restos biológicos. La Guardia Civil tiene previsto incorporar en breve a las labores de búsqueda en el mar un sonar y un robot submarino, cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.

Uno de los canes que participa en la búsqueda es “Junco”, un perro de aguas que en agosto cumplirá dos años, y el otro se llama “Bill”, un pastor belga de tres años. Ambos forman parte del grupo especializado al que pertenecía “Marley”, el perro que participó en las investigaciones que permitieron esclarecer la muerte Javier Ardines, el concejal de IU asesinado en Llanes. Junto a sus guías rastrean estos días la casa del padre, su coche y su barca en busca de cualquier rastro de sangre, huesos o fluidos de las dos niñas.

Esta es la quinta vez que la Guardia Civil registra la vivienda de Tomás Antonio G. C., donde supuestamente estuvo con sus dos hijas apenas una hora y media antes de que las cámaras de seguridad de la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, lo grabaran entrando solo con su coche en estas instalaciones. Allí, un vigilante de seguridad lo vio descargar en su embarcación varias maletas y bolsas.

Tras una primera incursión en el mar, la Guardia Civil lo propuso para sanción por infringir el toque de queda, pero en la inspección de la lancha los agentes no vieron nada sospechoso. La madre aún no había denunciado en ese momento la desaparición de las niñas. Luego, el padre se hizo otra vez a la mar y se le perdió definitivamente el rastro. Desde entonces, nada se ha vuelto a saber ni de él ni de las dos niñas.

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