En Ribadesella medio equipo ha cogido la piragua. En Ribera de Arriba necesitan conectarse directamente a la térmica de Soto para revivir. Y en Somiedo ya hay más osos que foristas. Los aires nuevos de Carmen Moriyón no han frenado la ola interna de descontento con las formas del partido de Francisco Álvarez-Cascos. Pero, ¿hay algo más detrás? Las huestes del PP se dividen -¡oh, qué raro!- en dos teorías. Está la del "oso hormiguero": Teresa Mallada ha activado a sus jóvenes cachorros - Pablo Álvarez-Pire, Álvaro Queipo...- para rearmar las listas del PP a base de mermar las filas foristas. Es decir, de absorber hormigas. La otra teoría es más "conspiranoica". Según la misma, se trataría de una descomposición autoinducida para forzar la fusión con el PP. Es decir, Cascos habría echado evacuol a su propio partido.