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Clase media, "la gran exprimida"

Los problemas fiscales y de otro tipo sobre una gran parte de la sociedad

El título no es de la columna, sino de la prestigiosa OCDE, que en reciente informe llama la atención a los países desarrollados de que no puede continuar la fuerte presión fiscal y añadida sobre el sector social y económico denominado "clase media". Según la OCDE fue este amplio grupo el que soportó la crisis iniciada en 2008 y que aún mantiene rescoldos negativos.

No existe una definición consensuada respecto a que se entiende por clase media. Desde un punto de vista económico, se suele acudir a la cuantificación de ingresos, especificando si son individuales o familiares. Otras fórmulas apuntan a la posesión de vivienda, electrodomésticos, coche utilitario y servicios como vacaciones de verano y educación. También dan referencia la actividad laboral, aunque la volatibilidad en este aspecto es muy alta y más vale hacer indicación al nivel de seguridad en el empleo, ya que los cambios tecnológicos están motivando fuertes cambios en la ocupación.

Una definición elemental sería el de clase media como grado o estamento de la sociedad que se aplica a las personas con un nivel socioeconómico medio situado entre clase obrera y clase alta.

Las precisiones de la OCDE apuntan a que este colectivo ha ido perdiendo peso en el conjunto económico, por una merma de ingresos y presión fiscal. Afectándole así mismo la inflación y las congelaciones salariales, a la par que se encarecían vivienda, educación y servicios. En concreto, el informe señala que, entre 2007 y 2016, el aumento anual de los ingresos reales medios fue de un 0,3% en los países de la OCDE, que contrasta con los aumentos al 1% en los años 80 y 90.

Hay que revisar esa tendencia de los gobiernos, de diferentes ideologías, a tener como fondo de recaudación principal al sector medio, al que se ha convertido en víctima propicia del afán recaudatorio mas fácil. Cuando lo necesario para la estabilidad y la cohesión social es hacer las reformas estructurales precisas para tener una clase media próspera y fuerte que es fundamental para una economía de éxito.

Ahora que estamos en alborotado tiempo electoral, vale la pena examinar los programas de los candidatos, en relación a sus planes para aliviar la presión sobre el numeroso colectivo de clase media, que es el verdadero dinamizador de la actividad económica y social del país. Hasta el momento, se venden más objetivos difusos que promesas concretas. Para unos, todavía existe margen recaudatorio y se discuten los niveles de renta de forma igualitaria. Tremendo error. Un mileurista en un pueblo de Cádiz puede vivir bien, pero si le toca Madrid tendrá que optar entre pagar la casa o comer todos los días. A la clase media la exprimen todos.

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