La importancia de los fondos artísticos de la Fundación Cajastur Liberbank con más de 2.000 obras de artistas asturianos, nacionales e internacionales, merecen contar con una sede permanente en Asturias y evitar la dispersión por bancos y sedes de la propia Fundación. Conseguir que esta importante colección vinculada a nuestra comunidad pueda ser agrupada, facilitando su exhibición, es una labor inexcusable de entendimiento entre la iniciativa pública y la privada, un deber que se debe afrontar en los próximos años, y una forma de que aquella parte de los beneficios económicos generados en Asturias y convertidos en patrimonio artístico, reviertan de forma definitiva a los asturianos. No se puede olvidar que Cajastur fue una entidad financiera pública antes de fusionarse en 2011 en Liberbank, integrada por el Grupo Cajastur (que incluye el Banco de Castilla-La Mancha), Caja de Extremadura y Caja Cantabria.

La obra fundacional de la colección, puede considerarse según Francisco Crabiffosse, el retrato realizado por Antonio Junquera de Antonio Sarri, financiero fundador, en 1880, del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Oviedo. Si en los primeros años, la Caja de Ahorros centró su atención en los artistas asturianos -una línea que nunca abandonaría tanto con la celebración de exposiciones individuales como con el patrocinio del Certamen Nacional de Arte de Luarca o la extinta Bienal Nacional de Pintura "La Carbonera"- iría incorporando progresivamente a artistas españoles y, sobre todo, a partir de la inauguración, en 1991, del Palacio de Revillagigedo la nómina se amplió a artistas internacionales. En 1996, se inauguró un nuevo centro de exposiciones en Oviedo que, sumados a los de Avilés, Gijón y Langreo, configuraban una importante red dedicada al arte. Si bien en los últimos años de funcionamiento de la Obra Social y Cultural de Cajastur, antes de su disolución en Liberbank, sufrió una importante decadencia y deterioro en la programación, su historia es una de las apuestas más ricas y continuadas en el tiempo a favor del arte en nuestra región. Hoy, el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista se pueden alquilar desde la web de la propia Fundación, aunque la mayor parte del tiempo ambos espacios permanecen cerrados.

La comisaria de la muestra, Lydia Santamarina, directora del Museo Barjola, ha preferido centrarse en la selección de artistas nacionales e internacionales, sin apostar por tendencias, sin generar posibles diálogos o nuevos encuentros y relegando a los artistas asturianos a una posterior muestra, condenándolos a un aislamiento sin posibilidad de abordar comunicaciones e interacciones. Una oportunidad perdida de ir más allá del fetichismo de los nombres y articular diálogos, choques, conflictos, otra mirada a la colección, aunque tal vez falta un estudio, que esta exposición no puede emprender, de cómo se ha abordado la formación de la colección, como ha sido constituida y un inventario de la misma. Una catalogación a la que se aproximó la publicación "Un siglo de mecenazgo. Colección Caja Asturias" (1996) del ya citado Francisco Crabiffosse y Javier Barón.

Con todo la exposición es destacable por la excelencia de las obras expuestas de autores internacionales como Sol LeWitt, Josep Kosuth, Markus Oelhen, Cabrita Reis, Mimmo Paladino, Georg Herold, Jan Hendrix y de referentes de la contemporaneidad española como Darío Villalba, Luis Gordillo, Eva Lootz, Ferrán García Sevilla, Fernando Sinaga o Rogelio López Cuenca, "sin poder resistirse -confiesa la comisaria- a la tentación de contemplar e introducir un puñado de piezas de maestros del siglo XX" como Oteiza, Lucio Muñoz, Pablo Serrano, Rafols Casamada, Hernández Pijoan Roberto Matta, Juana Francés o Joan Brossa.

Una colección que bien se merece una mirada, una existencia, que habla sin complejos y con distintos acentos, que desde la periferia es un repositorio de la historia del arte asturiano y de los lenguajes artísticos nacionales e internacionales. Que se quede en esta tierra de forma permanente, expuesta al público, debería ser una exigencia de todos los asturianos.