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Seguir gobernando

La volatilidad de Pedro Sánchez al frente de España

Las urnas dieron su veredicto el pasado 28A. Cerca de 7,5 millones de españoles optaron porque Pedro Sánchez y su "gobierno bonito" siguiesen en la Moncloa, proclamándose de esta forma legítimo vencedor de las elecciones.

Con arreglo a las normas constitucionales, en las próximas semanas se iniciará la nueva legislatura, constituyéndose el Congreso, sus grupos parlamentarios, la presidencia, la Mesa y las portavocías. El Rey recibirá a los dirigentes políticos que acepten su invitación y propondrá al candidato que cuente con el suficiente respaldo para ser nombrado Presidente del Gobierno.

Si todo trascurre con normaliad, España podría tener Gobierno en la primera quincena de junio y a partir de ahí se podrán valorar las perspectivas que aguardan a la ciudadanía y muy especialmente si se constata que el programa de gobernabilidad se separa o no del programa electoral.

Con respecto a procesos similares en anteriores legislaturas, en ésta hay una especie de segunda vuelta que puede producir efectos colaterales en la conformación y tendencia del Gobierno previsible. Los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del 26M, y muy principalmente en las grandes ciudades, incidirán con mayor o menor fuerza, según el origen, en los capítulos de política social y planificación territorial.

El PP confía en aliviar sus malos resultados del 28A, rescatar votantes y mantener posiciones en el poder autonómico. Para Ciudadanos estas elecciones son otra oportunidad de alzarse por encima del PP y convertirse en alternativa frente al PSOE. Los separatistas ya tienen vendido todo el pescado y refrescan el cava para que anime la "política de diálogo" de Pedro Sánchez. Para Unidas Podemos el poder local es fundamental para seguir contando y hacer frente a los desplantes monclovitas.

Los politólogos coinciden en destacar como sintomática la volatilidad política de Pedro Sánchez y que su ideología muestra el gráfico propio de una montaña rusa. Resumiendo, que además de buena planta supera en capas a la "allium cepa" -vulgo cebolla-, teniendo mala relación con la verdad y la coherencia de ejercicio.

Pedro Sánchez venía gobernando con 82 diputados y los apoyos principales de fuerzas que rechazan la Constitución. Ahora, por mandato democrático tendrá 123 diputados y los respaldos que pueda negociar. Con un horizonte legal de cuatro años dirigirá las vidas y haciendas de un país que desde fuera se recomienda por su sanidad universal y gratuita, seguridad ciudadana, estilo de vida, cultura, playas, paisajes, gastronomía, cercanía de las gentes, reconocimientos de libertades, derechos y ausencia de racismos.

Una nación, como señala la Constitución, que en 40 años ha efectuado una transformación económica de primer orden. Así destacan en los mercados sus grandes empresas de la construcción, servicios, ingeniería y moda. Claro que se puede y debe mejorar en disminuir diferencias, elevar salarios, ajustar gastos a los ingresos fiscales, ayudar a los jóvenes y dar un gran empujón a la investigación, pero todo ello debe abordarse responsablemente, al servicio del interés general y nunca como contrapartida de rendimientos políticos. Seguir gobernando pero con mayores criterios de política de Estado y haciendo frente al cáncer separatista. Mejorar y en ningún caso rebajar el valor de la España que recibe el próximo Presidente.

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