Álex Díez tiene 17 años. No tiene carné de conducir y su padre le va a buscar a la salida del colegio de Oviedo donde estudia. Pero un fin de semana al mes conduce una moto a toda velocidad. El piloto avilesino, todavía insultantemente joven, es una de las más firmes promesas del motociclismo. Tras cuatro temporadas compitiendo a gran nivel en la Copa Honda, ahora da el salto al Mundial Junior de Moto 3. "Es la antesala de llegar a Moto 3, está claro que para mí es una gran oportunidad", afirma el joven.
La primera prueba será en Estoril, el día 7 de abril del año que viene. Será un alto más en un camino que arrancó, y nunca mejor dicho, desde muy pequeño. El corredor avilesino empezó correr en la finca de su padre en la Villa del Adelantado. Allí fue la primera vez que se subió a una moto. Claro que de casta le viene al galgo, porque su padre, Ángel Díez, fue en sus tiempos mozos piloto de motocross y también corrió rallies.
"En 2012, vimos un folleto de la Escuela motociclista de Noreña y empecé a competir en la Copa Honda. Allí todos los pilotos corren con el mismo vehículo así que todo depende de la habilidad del piloto", asegura el chico. Esa competición te lleva por algunos de los circuitos más importantes del país, como Montmeló o Cheste. Tras tres años corriendo en esa competición, fue en la campaña 2014-2015 cuando Álex Díez logró el tercer puesto, compitiendo con el Team Honda Impala. "Es el mismo equipo por el que pasaron en su día Marc Márquez y Pol Espargaró", asegura Díez. "Va a ser el primer asturiano en un mundial así", añade su padre.
Ahora sus buenas actuaciones se han visto recompensadas. Ha pasado a militar en el "Leopard Team Junior", gracias a la intervención del director deportivo del equipo Xavi Arenas, cuya intervención ha sido esencial para que el piloto avilesino esté ahora ante esta gran oportunidad para su futuro.
"Claro, en unos años me gustaría llegar a correr en Moto GP, pero hay que trabajar mucho para ello y entrenar muy duro", reconoce. Esos entrenamientos los tiene que compaginar ahora con el siempre complicado curso de Segundo de Bachiller. La EBAU (Evaluación de bachillerato para acceso a la universidad) acecha.
"Me gustaría estudiar algo relacionado con la economía", cuenta el joven piloto que sigue trabajando para tener un futuro prometedor en su especialidad de la que ya es una firme promesa.
