Los españoles se están liberando de determinados complejos. Tal vez hoy en las urnas algunos queden atrás, tanto por la izquierda como por la derecha. Uno de los últimos ejemplos se ha visto en el puerto de Guecho, en Vizcaya, con motivo del atraque del portaaviones Juan Carlos I. Pese a las colas de ciudadanos que se formaron para visitar el buque insignia de la Armada española, al final, pudieron acceder al interior unas 14.000 personas.
Antonio Ugarte Blanco, capitán de fragata, forma parte de la gran familia de la Armada que comparte sentimientos e ideales con la tripulación del Juan Carlos I. Ha vivido desde el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria el recibimiento a sus compañeros en Guecho. Caco Ugarte, como se le conoce, procede de una numerosa familia de Villaviciosa.
Rafael Blanco Moreno, su abuelo, era el más pequeño de los 16 hijos del notario José Blanco de la Viña. Falín se hizo marino y se estableció en Ferrol, donde contrajo matrimonio la gallega Caridad Nuñez Iglesias, Cachita. La segunda de sus once hijos, María Blanco Núñez, contrae matrimonio con el también marino Antonio Ugarte. Y siguiendo la tradición familiar el numerosa progenie, tienen ocho hijos. Antonio Ugarte Blanco relata la historia familiar con entrañables recuerdos de su abuelo Falín, que pese a su largo exilio vital de la Villa se murió con 99 años "siendo asturiano", emocionándose ante una botella de sidra y saboreando siempre el recuerdo de los oricios de Rodiles. La última vez que se reunieron en Villaviciosa los miembros de la familia Blanco superaron con holgura el centenar.
