La Comisión Europea empieza a poner las cartas sobre la mesa, y boca arriba. Todo este lío de la descarbonización, cierre de térmicas, quema de carbón... tiene una obligación europea: el año 2050. Pero cómo llegar al modelo energético limpio depende de cada Estado. España, por tanto, puede mantener en su mix energético (para entendernos, el conjunto de métodos de producción de electricidad) una parte para el carbón. Que nadie se engañe, una cosa es quemar carbón, que se puede limitar al de importación, y otro que lo produzcan minas españolas. Parece un sinsentido y lo es, pero las minas nacionales tienen los días contados por su incapacidad para ser rentables y por desinterés político. En conclusión, ahora se apela al apoyo recibido por Pedro Sánchez en Asturias para que levante el pie del acelerador descarbonizador, mantenga algo de minería y que su carbón lo quemen las térmicas. Ahora lo entiendo.
