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A mi aire

Tiranía laboral

Métodos comerciales dignos de la Edad Media que estresan al trabajador

Camino por una calle peatonal y, a la altura de un establecimiento, observo en su interior a conocida mía, y dado que en ese momento no tiene clientes me acerco con la intención de saludarla. Cuando voy llegando me hace ostensibles señas para que no entre (¿?), así que sin traspasar la línea roja de la puerta automática me señala un chisme que tiene el objeto de controlar la entrada de los teóricos clientes, que al final del día resolverá la ecuación entre su número y las ventas realizadas, evaluando a su vez la labor del emplead@.

Dado que el citado establecimiento no es una panadería, donde compras pamesta de leña o integral sí o sí, pues se dedica a telefonía y derivados, cosa que no resulta barato y, consecuentemente, hay que analizar y patear establecimientos similares antes de decidirse, se puede deducir que habrá más entradas que compradores. Otra cosa llamativa es que buena parte de las personas que por allí pasan serán para recibir información o solucionar las frecuentes dudas que a cada cual le surgen, pues con la dichosa tecnología todo cambia de un día a otro. No todo va a ser ventas. Tiranía pura y dura.

También en algunas medianas superficies las cajeras son presionadas para informar al cliente de "ofertas" puntuales de géneros que tienen las horas contadas para su caducidad, que en buena lógica ya dan por perdidas. Me comentan que las citadas empleadas deben de cumplir un mínimo de ventas de estos productos con la espada de Damocles sobre su cabeza, con el consiguiente nerviosismo por la tiranía impuesta por la empresa.

Además, se le pueden añadir horarios que nunca se cumplen, cambios injustificados para desarrollar el trabajo con tranquilidad y mil cabronadas más. Pero las empresas juegan con tener la sartén por el mangu, sabiendo que en estos tiempos cualquier puesto de trabajo resulta un bien preciado, por eso siguen utilizando metodologías medievales.

Así que no resulta extraño que los empleados estén en permanente estrés y nulas ganas de rendir al cien por cien.

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