Con la cercanía de la convocatoria de elecciones, tanto autonómicas, como municipales, y vayan ustedes a saber si también a nivel nacional, se nota ya cierto nerviosismo entre todos los que optan a incrustarse en las listas. En buena lógica, un puesto con derecho a beca cuatrianual. Los partidos también andan revueltos, e incluso los que han gobernado en alianzas diversas, están destejiendo con urgencia sus compromisos, todo ello en aras de cambiar su imagen ante lo que se avecina.
"No toca todavía" resulta la frase recurrente cuando se les pregunta si tienen intención de seguir a los que aspiran a continuar, otros ya saben que lo tienen muy crudo.
La batalla ya está servida, con movimientos de todo tipo, al objeto de hacer méritos para incorporarse y sustituir a los "compañeros" haciéndoles la cama permanentemente, mientras estos últimos andan con la mosca detrás de la oreja, pues no les va a resultar fácil el incorporarse a una vida que ya creían olvidada.
A nivel de calle se nota hastío y decepción con los que de un modo u otro nos gobiernan en los diversos niveles, con lo cual sería necesario un cambio radical de personas. Lo de los perros y distintos collares está muy visto, aunque al final va a ser lo habitual: los partidos serán los que muevan los hilos cambiando cromos, dejando nulo margen para catarsis a fondo.
Si a nivel municipal siguen primando más las personas, por la cercanía con la vecindad, aunque con la lógica influencia de sus formaciones, en las autonómicas prevalece el engranaje y fontanería de los partidos, y en Asturias andan todos en movida importante. Sin ir más lejos los que conforman el actual gobierno tienen previsto dar giro copernicano, con barrido total a la vieja guardia, los restantes inmersos en luchas internas los unos, e intentando limpiar las manchas que a nivel nacional les salpican, o braceando para no desaparecer, los otros.
El personal anda expectante ante algo distinto que les ilusione, con caras nuevas que estén suficientemente preparadas, y que su partido a través de las cúpulas que todo lo mangonean, no les encorsete y maniate, dejándoles desarrollar y cumplir sus promesas.
Aunque al final tengo la seguridad que en las listas al Senado seguirán algunos de los "dinosaurios" que hace tiempo deberían estar en el MUJA.
A ver en qué queda todo.
