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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

La calle para Nicanor

Cuando se toman decisiones intentando corregir situaciones injustas, pasando el péndulo de un extremo a otro, suelen surgir soluciones esperpénticas. Nadie en Mieres discute los méritos del fallecido sacerdote Nicanor López Brugos para contar con una calle o una plaza. Pero el pleno municipal aprobó hace un tiempo que no se puede conceder este mérito a un hombre, hasta que en el nomenclator se equilibre el número de calles dedicadas a mujeres. Nadie duda tampoco en Mieres que, al final, esta norma será obviada ante la eminencia de la personalidad y la labor de López Brugos durante cincuenta años en la ciudad, y del apoyo que la solicitud tiene entre la ciudadanía. El mejor camino para acabar con situaciones injustas suele ser el que discurre por la ponderación. Decisiones extremas suelen provocar reacciones contrarias o indeseadas. ¡Imagínense que don Nicanor el cura se quede sin calle en Mieres! Sería una grave injusticia.

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