"De vez en cuando la vida te besa en la boca", canta Serrat. Esa es la sensación que supongo tienen los 106 trabajadores de Rioglass Solar al conocer que volverán a tener trabajo. Llevaban un año en regulación de empleo por la falta de pedidos en las plantas de Mieres y Lena. Y cuando pasan los meses, la incertidumbre se convierte en un fantasma peligroso. Pero las sombras se han disipado, nunca mejor empleado el símil, con la participación en el mayor proyecto termosolar de Dubái. Desde el Caudal partirán 1.500 contenedores con los componentes para un parque solar de 600 megavatios como 600 soles. Los sindicatos prevén que pueda comenzarse la producción en abril y la labor se mantendrá durante dos años y medio. Muchos, pero muchos, muchos besos así son necesarios en las Cuencas para levantar el vuelo. Pedro Sánchez ha prometido unos cuantos con Hunosa, pero hasta ahora solo queda en el anuncio de mimos.
