Los concursos son uno de los medios más asentados para descubrir nuevos talentos en el mundo de la música. Aunque, en las últimas décadas, se ha producido una cierta inflación de certámenes se mantiene en lo esencial la relevancia de los más prestigiosos, de los que marcan la pauta y acaban consolidando a quienes logran ganar el mismo o, incluso, llegar a la fase final.
Entre las competiciones de mayor nivel está el Concurso Internacional de Piano de Santander, "Paloma O'Shea", creado en 1972 por la mecenas española y que ha conseguido su fama por una cuidada selección de los pianistas que llegan a las últimas fases del mismo que se celebran en el Palacio de Festivales de Cantabria. La solvencia de los sucesivos jurados que ha tenido la cita pianística que, tradicionalmente, se realiza a primeros de agosto, ha sido otro elemento clave y determinante para consolidar su presencia en la élite del piano internacional. De hecho, el concurso cuenta con decenas de socios colaboradores, entre ellos festivales, auditorios y orquestas sinfónicas que favorecen e impulsan la carrera de quien gana y de los finalistas. Es una garantía que las instituciones ven clara ante la excelencia que propugna la competición.
Las fases finales suponen un verdadero "tour de force" para los pianistas que llegan a las mismas. Porque aunque parezca sencillo, no lo es. Meses antes de la cita, en diferentes ciudades se realiza una muy rigurosa preselección de los 241 inscritos. Al final, a Santander sólo llegan los veinte mejores, de doce nacionalidades diferentes. Entre ellos estará, de nuevo, el músico asturiano Juan Barahona, una de las más firmes promesas del piano actual y, sin duda, uno de los pianistas más interesantes de su generación. Este año el jurado está presidido por Joaquín Achúcarro y los pianistas habrán de ofrecer recitales, música de cámara y sinfónica. Dos serán las formaciones residentes. En lo que se refiere a música de cámara será el Cuarteto Quiroga -del que forma parte el ovetense Aitor Hevia- quien lidere este apartado y, ya en la final, acompañarán a los que lleguen a la última fase, la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española, bajo la dirección de su titular, Miguel Ángel Gómez Martínez. Es importante seguir, durante el cambio de mes entre julio y agosto, a esa pléyade de intérpretes que se juntarán en Santander. Entre ellos estarán muchos de los que luego se irán consolidando en las salas de concierto. Compartirán esos días el entusiasmo de un público que apoya los apoya con fervor, que acude masivamente a cada convocatoria y que jalea a cada uno de ellos en la final como si estuviésemos en el más disputado de los torneos. En realidad lo estamos y con el instrumento rey como protagonista.
