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Arte

Cuando se encontraron la pasión y el arte

El Museo Guggenheim muestra piezas de la colección Tannhauser, entre ellas las surgidas del encuentro de Marie-Thérèse Walter con Picasso

"Busto de mujer, Marie-Thérèse". Picasso.

El 8 de enero de 1927, una joven sueca escucha al salir de la Galerías Lafayette en París: "Tienes una cara interesante, me gustaría pintarte, creo que podemos hacer grandes cosas juntos. Soy Picasso"

Marie-Thérèse Walter tenía 17 años cuando conoció al artista, de 45. Él era ya una estrella del mundo del arte, pero para ella no pasaba de ser un desconocido. Picasso la llevó inmediatamente a una librería a mostrarle todos los libros publicados sobre su obra y su persona. Marie-Thérèse Walter terminó por aceptar la invitación y unos días más tarde se presentó en el estudio del pintor. Fue el comienzo de una relación intensa que se alargó cinco años y que terminó de forma abrupta, sin razón aparente, en 1932, pero que se convirtió en uno de los romances más celebrados del mundo del arte y que más interés genera entre los coleccionistas. Una de las esculturas de esa época Busto de mujer (Marie-Thérèse) de 1931, es el objetivo de un embrollo judicial entre los dos marchantes más importantes del mundo: Larry Gagosian (que representa a un comprador desconocido) y Guy Bennet y su firma Pelham Europe,(que representan a un jeque catarí), se la disputan y están dispustos a pagar el precio que sea. Van por 180 millones de euros.

En 1930 Picasso compra el Castillo de Boisgeloup, a unos 60 km de París. "Es para ti" le dijo a Marie-Thérèse. Allí prácticamente la encerró para retratarla desnuda, durmiendo, leyendo, sentada, bebiendo. De ese cruce de pasión amorosa y artística nos queda otra obra icónica, La Mujer del pelo amarillo, una de las piezas centrales de la selección de obras que han viajado a Bilbao de la Colección Tannhauser, uno de los patrimonios privados más importantes del mundo y que llega a nuestro país con una emocionante selección de obras clave, propia de un disco de grandes éxitos del arte. El visitante pude acercarse a El pájaro y La Moulin de la gallete de Pablo Picasso, Naturaleza muerte; frasco, vaso y jarro de Paul Cezanne; Montañas de Saint-Remy de Vincent Van Gogh, Paisaje cerca de Amberes, de Georges Braque; Mujer con Periquito. de Renoir y otros trabajos menos conocidos y también reverenciables, como los ríos psicodélicos de George Braque.

Cuando un anciano Justin Thannhauser cedió parte de su colección (que incluía medio centenar de "picassos") a la Fundación Guggenheim sólo hizo una breve declaración a los asistentes: "Espero que aprecien este gesto, sólo se trata de mi vida". Una vida de trabajo, un gran éxito económico cuyo destino final fue reunir para ofrecer a toda la sociedad una memoria. La Colección Thannhauser es una leyenda en el mundo del arte que por primera vez sale de Nueva York y que ahora está alcance de todas en España en el Museo Guggenheim de Bilbao.

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