Entre las nuevas generaciones de músicos españoles uno de los aspectos más interesantes es el de la consolidación de magníficas agrupaciones camerísticas. En un país en el que a la música de cámara le cuesta convocar a aficionados es muy estimulante, y también esperanzador, que los jóvenes intérpretes apuesten por un formato que es el germen de todo, donde está la esencia y el alma de la gran música.
El violonchelista Damián Martínez Marco y la pianista Marta Moll de Alba, que hace unos días ofrecieron un magnífico concierto en la Sociedad Filarmónica de Oviedo, forman el Dúo Cassadó, formación con la que realizan un intenso trabajo en salas de conciertos y que ha grabado para Warner Classics un magnífico disco titulado "Rojo" en el que realizan una singular propuesta que junta a compositores rusos y españoles. Es un trabajo que permite acceder a un repertorio infrecuente y, además, desde muy altos estándares de calidad. Obras de Yuri Shaporin, Nikolai Miaskovsky, E rnesto Halffter -"Fantasía Española"- o quien da nombre al grupo, Gaspar Cassadó -"Saeta"- se alternan de manera armónica en un viaje en el que el dúo evidencia su capacidad expresiva, acrisolada técnica y un sutil cuidado en la interpretación de cada obra, abordada con precisión estilística desde una mirada abierta, sobria, despojada de cualquier tentación de grandilocuencia.
Por su parte, Damián Martínez Marco ha editado, también como el anterior disco en Warner Classics, un homenaje a la figura de Pau Casals, en el que, bajo el título de Spirit of Casals y acompañado por la Orquesta Sinfónica de Barcelona dirigida por Jordi Benàcer, pone el foco en uno de los nombres capitales de la historia del violonchelo. En la grabación, bajo el eje de Casals, interpreta la obra que le dedicó Alexander Glazunov, el "Concerto Ballata", además de "Sant Martí del Canigó" del propio Casals o los "Nocturnes Portugais" de Gaspar Cassadó, alumno de Casals, en lo que es la primera grabación discográfica de esta obra.
Martínez toca el "Concierto" de Glazunov con garra dramática, captando el tono enfático de la partitura y exhibiendo un hermoso sonido, carnoso y de gran fortaleza, a la vez que delicado en los pasajes más líricos. La obra de inspiración portuguesa de Cassadó es fantástica, por la recreación de atmósferas del folclore luso; es un poema sinfónico de gran inspiración melódica y que, sorprendentemente, está al margen del repertorio habitual. Este disco adquiere, por tanto, un valor añadido porque pone al alcance del público obras de infrecuente escucha. Todo un acierto, siendo asimismo ambos trabajos una verdadera declaración de intenciones que aúna compromiso y riesgo.
