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El solín, el perrín, el puestín

No sé ustedes, pero yo no quiero que se acabe el invierno. Nuestro Oviedín se ha calentado bien estas semanas (crucemos los dedos porque siga así) y el solín que tenemos esta temporada presta mucho. Son días para salir a pasear con el perrín. Ayer le puse al mío el chubasquero oviedista para presumir. No hace frío, vale, pero mola mucho. Queda ideal. Fue ver el vídeo que subió el club con los perros de los futbolistas y los empleados correteando junto al Tartiere y decir: "Lo compro ya". Lo recomiendo. Por cierto, soy fan de Leo (por Leonidas, no por Leo Messi), el perro de Carlos Hernández Alarcón, para mí el más bonito. Leo, Theo, Romeo... En el Oviedo, la comunidad canina rima. Se compenetran tan bien que hay algunos incluso que parece que llevan toda la vida juntos. Como debe de ser. Ninguna fisura en nuestro club. Todavía recuerdo aquella pancarta premonitoria: "Somos vuestro invierno". Ja. El invierno, por ahora, es nuestro, matizaría yo. Qué genios.

En fin, que caminaba yo ayer hacia el Naranco cuando me encontré con el míster y su equipo. Iban a comer a un restaurante muy oviedista. No me fijé bien, la verdad, si entre ellos iba nuestro querido delegado azul, el sevillano Daniel Bautista Pina. Es el Chendo del Madrid, el Carles Naval del Barcelona, lo que era últimamente Quini (Brujo, aquí un oviedista que no te olvida) en el Sporting. Un puestín muy goloso. Que se lo digan al guerrero Bolaño, que lo quiere para él cuando se retire. Bolaño lleva tres años en el Oviedo y ya ha renovado, así que cumple de sobra con los requisitos exigidos para un cargo tan selecto... Pero yo prefiero a Dani, una institución: dos temporadas sólo pero uno de los héroes del ascenso y, por todo y ante todo, un tipo muy salao.

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