La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

Juguetes usados

La parte del vestuario rojiblanco con más temporadas en el asunto está en su semana fantástica. Si el lunes tomó la palabra Carmona, ayer le llegó el turno a Pablo Pérez. El canterano rojiblanco aseguró que este es el curso en el que futbolistas como él deben dar un paso hacia adelante y convertirse en los auténticos protagonistas. Parece que Pérez se ha cansado en estos años -ya van seis- de aparecer y desaparecer de las alineaciones con casi todos los entrenadores que ha tenido en su etapa en el Sporting. Y ahora el de la Inmaculada ve en estos tiempos una buena oportunidad de reivindicarse y acabar con el debate sobre si tiene o no tiene las aptitudes suficientes para jugar en el club de toda su vida. Pérez sabe que quedan trece días para que llegue septiembre y que no se ha movido ni un ladrillo en el vestuario rojiblanco. Los que tienen cara de camión de la mudanza no se acaban de decidir. Así que, sin salidas, no habrá mucho sitio para que vengan los preferidos de Javi Rico. Los que siguen saben que cuando no hay juguetes nuevos, el inquilino del banquillo tendrá que tirar de los que ya están usados. No están los tiempos para grandes dispendios por culpa de la crisis del coronavirus, la caída de los ingresos atípicos y la guerra Tebas-Rubiales que se ha recrudecido por el "caso Fuenlabrada" y la campaña de acoso y derribo en la que no se harán prisioneros con tal de que el Dépor siga siendo de Segunda. Como papá Javier y el tito Rubiales no dejen su disputa no quedarán juguetes de los que disfrutar: ni nuevos, ni rotos, ni usados. Entonces no habrá otra solución que cambiar los fines de semana futboleros por un agua con limón de espaldas al puerto de Sanes.

Compartir el artículo

stats