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Profesor de Geografía e Historia

Los planes obsoletos

Ni barrios dormitorio ni fobia contra las viviendas y contra los comercios

Ahí tenemos la Zalia, presunto polígono industrial vacío; enorme extensión, mal dotada, generando gasto, para solar de los plumeros de la Pampa. Otra milonga es el uso a dar a los terrenos del antiguo astillero Naval Gijón, ubicado entre las playas artificiales del Arbeyal y Poniente, donde actualmente se celebra a principios de julio el certamen de la "Semana negra", como recinto para atracciones de feria y con el objetivo de repartir los eventos estivales a lo largo de todo el verano. La zona está girando hacia el sector terciario con instalaciones como el Acuario, la antes Talasoponiente, o ámbitos comerciales como Tierra Astur o Alimerka. Desde el siglo XIX la población económicamente activa pasó del sector primario (agricultura) al secundario (industria), como desde el siglo XX ha ido pasando del sector secundario al terciario, que produce y/o comercializa bienes y servicios. Por tanto pensar que el futuro económico de Gijón y Asturias está en la reagrarización o reindustrialización resulta absurdo e inútil.

Asturias como región ha sido golpeada duramente en las últimas décadas por la ineficiencia del sector de la minería del carbón, uno de los pilares de su economía tradicional que llegó a tener decenas de miles de empleos, pero a nadie se le ocurriría actualmente en perspectiva planificar que las ciudades con yacimientos deben reservarse para el futuro como espacios principalmente mineros. Renovarse o morir, y renovarse es adaptarse a las circunstancias cambiantes. El tiempo y los trenes no circulan marcha atrás, excepto en el "fondo de saco" ferroviario de León. A todos o casi todos nos gustaría que el astillero Naval Gijón o con otro nombre fuera muy rentable y mantuviera cientos de empleos, pero las cosas son como son, no como nosotros preferiríamos que fuesen. Se sostuvo por algunos la tesis antes de su cierre que además de la competencia exterior se hacía mala gestión adrede para favorecer una posterior especulación con los terrenos. Los más radicales quemaron neumáticos, pero con ello no crearon empleos.

Partiendo de la base que al parecer astilleros polacos o surcoreanos eran más rentables, y que en caso de resurgir el sector tendría más tecnología y menos puestos de trabajo, y podría ubicarse en Gijón torno al puerto del Musel, no tiene mucho sentido empeñarse en que tal espacio urbano entre dos playas debe tener uso exclusivamente industrial. Más cuando ya hay para ello espacios amplios en otras zonas del municipio, caso de las fábricas en torno a Arcelor-Mittal, naves en Tremañes o parque científico y tecnológico en Cabueñes. ¿Por qué no va a poder tener uso terciario y residencial moderado el terreno del antiguo Naval Gijón? La planificación debe ser flexible y en función de la realidad objetiva. Imponer muros antieconómicos, distorsionando el equilibrio entre oferta y demanda lleva a la inflación, escasez y estancamiento, como en la URSS o en la Venezuela chavista; no es mala suerte, es ir contra el empleo y la prosperidad. ¿Por qué no comercios y servicios en vez de fábricas y naves vacías en ex Naval Gijón?

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