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Presidente de Iniciativas Deportivo Culturales

El enredo socialista de Gijón

González tiene difícil justificar que pidiera el traslado laboral a Oviedo

Mañana domingo, 28 de octubre, y coincidiendo con el 37 aniversario del día en que los españoles le dieron al PSOE, dirigido por Felipe González y Alfonso Guerra, la mayoría absoluta para gobernar en España, los socialistas gijoneses van a decidir en primarias el cartel electoral para las próximas elecciones municipales. Vamos a comprobar si quieren ganarlas para volver a gobernar en Gijón o si prefieren seguir en sus cuitas internas, ganando las primarias en casa y perdiendo las elecciones municipales fuera.

En las semanas pasadas no supieron encontrar un acuerdo para encabezar la candidatura con una persona que pudiera suscitar un amplio acuerdo interno y, a la vez, contara con un amplio reconocimiento social en la ciudad. Se barajaron algunos nombres de gente muy valiosa y reconocida pero al final se impuso la lógica interna de quienes todavía siguen en primarias internas, y creen que debe ser alguien, quien sea, que por encima de todo esté identificado y bendecido por los dirigentes de lo que se llaman el nuevo PSOE.

El domingo elegirán entre dos candidatos muy diferentes, cada uno con sus fortalezas y sus debilidades. Sería prudente, y conveniente para sus intereses electorales, que votaran pensando en quién de los dos es la mejor apuesta electoral y tiene más posibilidades de conseguir para el PSOE gijonés una mayoría que le permita estar en condiciones de volver a ser gobierno municipal. Eso, o si fracasan en el empeño, que sepan que les puede esperar un futuro electoral y político bastante incierto, donde tienen más posibilidades de caminar hacia el declive y la irrelevancia que hacia su recuperación.

Y desde este razonamiento, de quién es su mejor cartel electoral, me parece evidente que gana con claridad José Ramón Tuero, nacido y criado en el barrio de La Calzada, y con experiencia y conocimiento de Gijón y de su mundo asociativo.

Ana González sale con un hándicap tremendo en una ciudad tan "gijonuda" como esta: es la candidata ovetense del PSOE de Gijón como se encargaron los medios de comunicación de etiquetarla cuando anunció su candidatura. Y esta idea caló entre muchos ciudadanos sorprendidos por esos titulares, y provocó un silencio gozoso en los adversarios políticos que ya se relamen pensando en la campaña electoral que les está regalando el PSOE, el rival político más temido por todos ellos.

Parece mentira el desconocimiento que demuestran los actuales dirigentes socialistas sobre la idiosincrasia de esta ciudad y lo que pueden remover las emociones y los sentimientos, y que regalen a sus adversarios un argumento electoral que será utilizado recurrentemente, de forma incisiva, ácida o plagado de humor "playu", en contra de su candidata.

Ana González comentó en los medios de comunicación, con razón, que a cada uno nos nacen donde quieren, pero es muy consciente del problema que tiene y por eso necesita dedicar tanto tiempo a justificar su enamoramiento de lugares entrañables de Gijón y su gusto por esta ciudad.

Pero lo que va a tener imposible de justificar es cómo fue posible que quien tan a gusto está en Gijón, y ahora quiere ser su alcaldesa, haya participado en el último concurso de traslados de la consejería de Educación para cambiar su lugar de trabajo de Gijón a Oviedo. En que estaría pensando, o no pensando, cuando lo hizo.

En el concurso, la aspirante a candidata a la alcaldía de Gijón por el PSOE solicitó, y consiguió, la plaza de su especialidad en el centro de adultos de El Fontán, donde se incorporó al inicio de este curso escolar.

A algunos les parecerá un tema menor, que una candidata a la alcaldía de Gijón cambie su lugar de trabajo de un sitio tan emblemático de Gijón como la antigua Universidad Laboral por otro lugar también muy emblemático, en este caso de Oviedo capital, como es la plaza del Fontán.

Yo soy de quienes lo ven como una gran incongruencia y una falta de previsión que les puede costar caro a los socialistas gijoneses. Presentar una candidata autoexiliada en Oviedo para gobernar en Gijón no parece un negocio con expectativas de futuro.

Los afiliados socialistas gijoneses deberían considerar con preocupación lo que está pasando y lo que puede venir. Y no olvidarse del estribillo de esa canción que dice:

"Ese Gijón que quiero y que tanto adoro; ese Gijón que en sueños es un tesoro; lo llevaré muy dentro de mis entrañas; no te olvidaré nunca, nunca, nunca... Gijón del alma".

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