La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

VISTAS AL MAR

¡Salimos más fu...didos!

Recuerdo una señora de Mieres que, cuando se refería a su orondo hijo, decía que era "muy fuerte". En realidad, lo único fuerte era la tenacidad de la mierense en defender que el tocinoso rorro era un atleta, y realmente lo habría sido si el devorar a toda pastilla un bocata enorme de mortadela fuera un deporte olímpico, pero parece que eso nunca ha estado en la cabeza de los organizadores de los juegos. El amor maternal es capaz de todo, hasta de ver músculo donde solo hay adiposidad y, según parece, los que mandan también sienten un amor cuasimaternal hacia nosotros: por eso alaban lo fuertes y guapos que hemos quedado después del confinamiento...

-¡Ay, pues igual ye verdá!... porque yo siéntome muncho meyor, con más ganes de facer coses... ¡hasta de dar unos pasinos de ballet clásicu, pa celebrálo!...

-¡Ah, pues nun sabes lo que me presta oíte eso!... contratáronme pa explicá-i a la xente que, gracies al coronavirus, recuperamos placeres que taben perdíos, como lo de echar parrafaínes con los fíos... ¿nun notaste que el confinamientu fue mano de santu pa descubrir a los tus neños, que yeren unos desconocíos...

-Mira, d'eso quería habláte: entre otres coses descubrí ¡¡¡que nun yeren los mis fíos!!!...

-¿El qué, ho?...

-Lo que oyiste: que nun yeren los mis fíos... tenía que habéme dao cuenta anantes, porque lo único que tuve en la vida fue una "relación platónica" con unu del Coto...

-¡Que expresión tan guapa, Veneranda!... nótase que tas estudiá...

-Primaria namás... ye que los dos trabayábamos fregando platos nun restaurante y, como a mí el olor a "Fairy" me pon como lloca, diónos la tentación y cayimos... claro, tantu xabón, el resbalón fue de órdagu...

-¿Y eso fue tóo?

-¿Paezte poco, ho?. Total que, como me siento estafá, voy demandar al gobiernu, al Rexistru Civil, al sindicatu de comadrones y... ¡y a tí!... nun se por qué, pero yo demándote... ¡oooyeee!... ¿onde vas, ho?... ¡¡ven p´acá, que te voy contar cómo i pienso embargar al Papa el Vaticanu!!...

-¡Joé, máaama!... pa mi idea que te pasaste con esi probe home...

-¿Y que quiés que faga?... ¿que i ría les gracies, ho?... ¡mira que venir a decíme a mí lo fuertes que salimos, que fue escuchálo en la tele y caéme un implante!... ¡¡lu estrapallo!!...

En la vida matrimonial, durante el confinamiento sí hubo cosas que se reforzaron, pero no en el mismo sentido que pretende el triunfalismo gubernamental: se usó cantidad de harina "de fuerza", la gente se quedó en casa "a la fuerza", el perímetro de la cintura se desbordó por la sedentariedad y la sobrealimentación y se desplomó hacia abajo por "la fuerza de la gravedad", y algunos han incurrido en adulterio casi a la fuerza...

-¡Vanessa-Jessica, que abras la puerta, joé, que lleves encerrá col vecín diez hores y toy empezando a mosqueáme!...

-¿Quiés dexános en paz, ho?... ¡¡ye que tamos teletrabayando!!...

-¿Nel nuestru dormitoriu, ho?...

-¡Claro!... ye el sitiu onde llega meyor la señal de wifi...

-¿La señal del qué, ho?... ¿que ye eso del "wifi"?...

-Pues algo así como el "puntu G", pero pa´l ordenaor...

-¡¡Pero si nun tenemos ordenaor!!

-(¡Glub!)... Entós vete a buscános uno. De momentu, arreglámonos col movil... ¿el qué, ho?... ¿que soy una quéeee? Mira, rapaz: ya puées ponéte como te pete, pero yo, mientres a ésti... -toy refiriéndome al móvil- i dure la batería, nun voy salir...

Y si la frase propagandística la aplicamos a la economía, la cosa tampoco parece muy acertada, aunque todo es opinable, pero hay algunos opinadores que válgame Dios. Son los llamados "opinadores-Arquímedes": todo opinador sumergido en una subvención pública, se viene rápidamente arriba a favor de quien le atizó dicha subvención. Como espero que Arquímedes no lea este artículo (salvo que se lo reenvíen), no se rebotará conmigo por las variaciones que hago sobre su famoso principio...

-¡Enhorabuena, neña!... ¡¡ye usté la turista númeru quince del añu!!... la niña bonita, vamos... ¿que edad tien usté, ho?...

-Ochenta y tres...

-(¡Coñi!)... bueno, ye igual, la neña... digo la güela bonita... ¡¡tamos petando, la temporá turística ta salvá!!... eso sí: recuerde que nun puée usar el comedor del hotel, ni el recibidor, ni el ascensor (por cierto: la su habitación ta nel novenu pisu), ni les toalles, ni les sábanes, y que el papel higiénicu tien que cogélu con guantes de boxeu... y díga, muyer: ¿cómo se i ocurrió venir a Xixón pa dáse un garbeu turísticu, ho?...

-¡Ah!... ¿toy en Xixón, ho?... pues, si i digo la verdá, nun tengo ni idea... a mi llevábanme , con una porretá de vieyos más, desde la residencia onde vivimos, a facénos les pruebes del corona ési, porque corrióse la voz de que tábamos tóos infectáos. El conductor tuvo una urxencia, paró el autobús y, mientres tanto, baxamos a estirar les pates. A lo que parez, cuando subí debí metéme nel de linea "Madríd-Xixón" y... ¡ay, que toso!... ¡¡ay, que estornudo!!... ¿ónde van tan escopetáos, ho?... joé, nun queda nadie... a ver... diez segundos. Voy llamar a Silverio... ¿Silverio?... ¿ficiste en Torrevieya lo que planeamos, ho?... ¿que tiempu tardaron en poner pies en polvorosa, ho?... ¿doce segundos?... ¡¡entós ganéte yo!!... La semana próxima repetimos el juegu, ¿eh, prenda?... ¡esto ye mas prestoso que un reality rolleru d´esos de la tele!...

Compartir el artículo

stats