Los barrios de la zona oeste, comprometidos con lo comunitario por definición debido a sus orígenes y desarrollo, estrenan hoy en una reunión con la Alcaldesa un modelo de relación entre los ciudadanos y los gobernantes inédito en la ciudad y en el resto de Asturias. En resumen, se podría decir que el nuevo sistema consiste en poner por escrito una catarata de ideas procedentes de todo el entramado social, sin excepción, e incluso de vecinos a título individual, sin ceder la voz preeminente a ningún grupo. Resta protagonismo así a unos pocos colectivos que hablaban en nombre de todos, siguiendo el esquema clásico de la participación. Pero al mismo tiempo corre el riesgo de pecar de falta de concreción y de que muchas de las propuestas caigan en el olvido sin que nadie exija su cumplimiento. El próximo año será decisivo para ver en qué queda este interesante experimento.